tag:blogger.com,1999:blog-31315460.post2642384588358782462..comments2024-03-06T09:25:12.367+01:00Comments on La cueva del gigante: David P.Montesinoshttp://www.blogger.com/profile/00170971252950457688noreply@blogger.comBlogger3125tag:blogger.com,1999:blog-31315460.post-69756609756896426562008-08-22T13:15:00.000+02:002008-08-22T13:15:00.000+02:00Pero... ¿donde está Carrie? La he buscado entre lo...Pero... ¿donde está Carrie? La he buscado entre los chicos esos que están haciendo los chinos pero no la encuentro. ¡Ayudadme, por favor! Estoy empezando a tener ansiedad. Si es una broma, ¡dejadlo ya! ¡No juguéis más con mi corazón!Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-31315460.post-27610079179342132642008-08-21T07:31:00.000+02:002008-08-21T07:31:00.000+02:00Hola, Fran. Tengo alguna prevención contra los aut...Hola, Fran. Tengo alguna prevención contra los autores que nombras, pero los dos tramos que citas, en especial el de Lipovetsky me parecen fantásticos. El tema de la pérdida de la atención al que se refiere viene obsesionándome desde que empecé a trabajar. En una ocasión se lo comenté a un amigo que trabaja en el mundo del cine y me contestó que el problema no solo lo teníamos los profesores: la atención se ha puesto cara para todo el mundo. Cualquiera que trabaje en publicidad, que tenga una empresa de venta de lo que sea, incluso que acabe de sufrir un infarto y necesite ayuda... todos sufrimos ese problema, el de que la atención de los demás no se concede así como así. Esto no afecta solo a los jóvenes, pero son ellos quienes se están formando en esta cultura donde la atención se fragmenta. Ante una proliferación hemorrágica de fuentes de atención, la necesidad de fijarse y obtener la perspectiva que nace de la profundidad se convierte en un esfuerzo intolerable. Recuerdo quen en una ocasión puse a alumnos El mago de Oz y la atención duró cinco minutos. Decidieron en ese tiempo que no les interesaba y me pidieron que, simplemente, "pusiera la tele". Por cierto, no te imaginas la competencia que tienen para buscar canales, lo difícil es encontrar uno que vaya al cine -tampoco a la filmoteca, que vale dos euros-... Pasearse por la cáscara de las cosas, no perder nunca más tiempo del imprescindible con una misma cosa... Y aún quieren que les enseñemos algo en clase. Es esto lo que estamos fabricando. David.Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-31315460.post-70930668345065491842008-08-21T00:24:00.000+02:002008-08-21T00:24:00.000+02:00No conocía tu pasado feminista... jejeEstoy leyend...No conocía tu pasado feminista... jeje<BR/>Estoy leyendo "Las arquitecturas del deseo. Una investigación sobre los placeres del espíritu" de José Antonio Marina (cada vez me gusta más) y me ha conectado con tu libro en varias ocasiones para describir a los adolescentes en las aulas. Cito:<BR/><BR/>"La exaltación del capricho permite situar las dos últimas piezas de la adivinanza [¿qué tienen en común la sociedad de consumo, el auge de la violencia, el aumento de la obesidad, las epidemias de la ansiedad, la fragilidad de las relaciones afectivas, los comportamientos impulsivos, los centros comerciales, y parques temáticos, campañas de fidelización de las empresas, el pretigio de la moda, aumento de las adicciones y la falta de atención de los alumnos en la escuela?] La proliferación de los deseos crea personalidades caprichosas que soportan muy mal el aplazamiento de la satisfacción y la frustración. El marco del mercado opulento es adictivo, restringe la libertad, aunque el hacer posible la elección entre productos, enmascara esa reducción. Además, como ha señalado Lipovetsky, la insistencia en el deseo y en la consumación del deseo, ese hedonismo light que define nuestra cultura, y que identifica placer con diversión, desprestigia el esfuerzo. [...]<BR/>Lipovetsky comenta: La falta de atención de los alumnos, de la que todos los profesores se quejan hoy, no es más que una de las formas de esa nueva conciencia cool y desenvuelta, muy parecida a la conciencia telespectadora, captada por todo y nada, excitada e indiferente a la vez. El Yo ha sido pulverizado en tendencias parciales según el mismo proyecto de desagregación que ha hecho estallar la socialibilidad en un conglomerado de moléculas personalizadas.<BR/>En la sociedad del capricho, la atención se vuelve caprichosa."<BR/><BR/>Ejemplo práctico: hoy he visto como una adolescente -con un saco de suspensos en plena ESO- se ha negado a entrar a la Catedral de Barcelona porque había una cola muy larga (ni siquiera con el gancho de "aquí se casó la Infanta Cristina"). En cambio al pasar por un Bershka (Inditex world)no ha dudado en entrar, convencer a su madre para que le compre un modelito y hacer una cola larguísima donde encima el aire acondicionado no funcionaba.<BR/><BR/>Te aseguro que la cola para la caja del Bershka era mucho más larga que la de la catedral...<BR/><BR/>besosAnonymousnoreply@blogger.com