tag:blogger.com,1999:blog-31315460.post5406305239089153627..comments2024-03-06T09:25:12.367+01:00Comments on La cueva del gigante: David P.Montesinoshttp://www.blogger.com/profile/00170971252950457688noreply@blogger.comBlogger7125tag:blogger.com,1999:blog-31315460.post-45418903598359160902009-02-10T23:53:00.000+01:002009-02-10T23:53:00.000+01:00Hola David!Espero que haya ido bien lo de la inspe...Hola David!<BR/><BR/>Espero que haya ido bien lo de la inspección aquella que comentabas. Como sabes, en Barcelona vivo en un piso de estudiantes. Una chica estudiante de medicina, un chico que estudia aeronáutica, y yo, que hago dibujitos. He tenido suerte, puesto que se trata de unos chavales con los que he convivido 4 años, y (a pesar de que, como es normal, tenemos momentos de todo tipo) no tengo más que buenas palabras para ellos. <BR/><BR/>Curiosamente mi problema de convivencia llegó cuando se mudaron al edificio de al lado unas jóvenes argentinas muy guapas. Cuando digo el edificio de al lado me refiero a la pared que separa mi habitación de su salón comedor, que no pertenece a la misma construcción en la que yo vivo.<BR/><BR/>Durante el día no notaba que allí se hubiera mudado nadie. No había ningún tipo de ruido o sonido relacionado con lo cotidiano, ni pasos, ni voces, ni cosas que caen al suelo…También es cierto que durante el día, o bien no estás en casa, o si estás es normal estar realizando algún tipo de actividad, (estudiando, con el ordenador, escuchando música…) pero claro, cuando llega la noche, el silencio parece amplificar cualquier sonido, por mínimo que resulte. Y ahí empezó mi calvario.<BR/><BR/>Estas chicas argentinas (que por cierto, joder, las muy cabronas encima estaban buenísimas) les dio por empezar una extraña vida nocturna que solía iniciarse los martes o miércoles por la noche. Cualquiera pensará que lo normal si los vecinos ponen la música alta o están de juerga a horas imprudentes lo que hay que hacer es avisarles primero de forma educada “Por favor, ¿podríais bajar un poco la música?” (y de paso si son tías buenas como éstas al menos esperas que te inviten a unirte a la fiesta) y si se trata de gente civilizada y educada la cosa no suele llegar a más, ya que algunos seres humanos disponemos de eso que se llama “empatía”. Mi problema era que todavía no podía llegar a ese punto, me explico: <BR/>Yo me acostaba sobre las 00:30/01:00 de la madrugada. Mientras estaba dando vueltas intentando dormir fue cuando empezaba a escuchar sus voces. Solían estar hablando, riendo, seguramente comentando que tal les había ido el día o lo que fuera. Y esas voces se metían en mi habitación como si estuvieran allí mismo conmigo. ¡Y solamente estaban hablando! El hecho de que las vecinas estuvieran en el salón comedor de su piso hablando de forma normal y corriente hacía que me fuera imposible conciliar el sueño. ¿Qué podía hacer yo? Tocar a su puerta (que por cierto al pertenecer a otro edificio no sé de qué puerta se trataba) y decirles “perdonad, ¿podéis no hablar ni reír en vuestra propia casa?”.<BR/><BR/>Me compré unos tapones y acepté que ante algo así no podía hacer nada. Entonces empezaron a montar fiestas en su piso. Llamaban a unos 20 amigos pijos argentinos con jerseys atados al cuello y se reunían todos allí a escuchar “música” a todo volumen, beber, gritar y todo eso. Al principio opté por tirarles papelitos a su balcón con mensajes cordiales y educados pidiéndoles que por favor redujeran el volumen. Hicieron caso los 2 o 3 primeros días. Luego cada semana aquel piso era un ir y venir de argentinos gritando y haciendo el gilipollas. Otros vecinos llamaron a la policía, que desalojó el piso enseguida. Y en Junio más o menos se fueron de allí. <BR/><BR/>El caso es que el estrés que me causó el hecho de levantarme cada día habiéndome costado una eternidad dormir tranquilo, y con el pensamiento continuo de “a qué hora me podré dormir hoy” hizo que un odio y un rencor inmenso creciera dentro de mi. <BR/><BR/>Logré quitarme esos sentimientos negativos, mediante una temporada de vecinos ausentes, y pude disfrutar de la paz y el silencio de la noche que invita a dormir y descansar de forma tan agradable…hasta hace unas semanas.<BR/>Han vuelto. No sé si se trata de las mismas vecinas que el año pasado. Pero sean quienes sean también son una pandilla de hijos de puta escandalosos. Y me parece que esta vez no me voy a limitar a tirar papelitos en su balcón. Me apetece tirar cosas un poco más sólidas. ¿Qué se puede hacer cuando convive uno con gente así?<BR/><BR/>Siempre es un placer leerte. <BR/><BR/>Un abrazo David!<BR/><BR/>P.S: Perdóname por la gran extensión de mi comentario. Me he sentido muy identificado con tu post.Carles Esquembrehttps://www.blogger.com/profile/10791822349161194540noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-31315460.post-83954377533424904182009-02-09T20:04:00.000+01:002009-02-09T20:04:00.000+01:00Gracias, Paco. Recibiré las apostillas al libro co...Gracias, Paco. Recibiré las apostillas al libro con todo placer. La casa del libro subió el precio creo que por un error de coordinación entre la sucursal de Madrid y la de Valencia que no han sabido solucionar. Yo les insistí en su momento porque creo que doce euros es el precio justo y porque tengo entendido que es la editorial la que debe fijarlo, y lo fijó justamente en doce. En la web confundieron incialmente mi libro con otro que valía quince, y ya no hubo manera de que lo rectificaran, de manera que algunos aparecen a doce y otros a quince, en fin... Gracias como siempre. <BR/><BR/>De lo que dice Amanda me quedo con la idea del rencor. Guardo rencor a algunas personas que han pasado por mi vida, es cierto, pero nunca he pasado duermevelas pensando en como destruir a alguien. Cuando una persona me resulta irrespirable me interno en la niebla y desaparezco. Algunas personas son difíciles es cierto, pero cuando alguien es difícil y además no tiene ni gracia ni talento, entonces cada minuto que pasamos con ella es un grave error.David P.Montesinoshttps://www.blogger.com/profile/00170971252950457688noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-31315460.post-59817253883458802892009-02-09T14:10:00.000+01:002009-02-09T14:10:00.000+01:00Virgensanta! Como me identifico, que nervios se me...Virgensanta! Como me identifico, que nervios se me han puesto recordando.<BR/><BR/>Que no, que no todos tenemos las mismas manías, que no. Que precisamente la diferencia está en que siendo todo el mundo carne de defecto, hay un grupo de personas que se comen los de los demás en una esperanza ilusoria. Esos cuentos que marcan para toda la vida, eso de que se puede cambiar, mezclado con un "lo notará, seguro que se da cuenta y cambia".<BR/><BR/>No, no cambiará salvo que tope con otra fiera similar o peor y se transforme en el cordero del portal de belen.<BR/>Eso es lo peor de todo. Cuando se da uno cuenta de que los hay que imponen sus reales y consiguen en horas lo que por educación no hemos podido hacer en siglos.<BR/><BR/>Y una puntualización más. La gama horror espantoso le pertenece con toda gloria al género femenino. Lo han conseguido, ya tienen el record del bisho para siempre.<BR/><BR/>No relato casos ni ejemplos porque estoy algo flojatis y en cuanto me acuerdo de bisheríos me duele el coco o algo peor.<BR/><BR/>Beso.<BR/><BR/>M.<BR/><BR/>Pd.- El sistema de "fiscalización" establecido en la ensañanza es cultivo de trepas y miserias que ha conseguido en tiempo record ningunear a los buenos, potenciar a los inútiles y (permítaseme la cosa, no encuentro eufemismo apropiado) sublimar a los cabrones.<BR/>Así va todo...Mirandahttps://www.blogger.com/profile/07742959739166820725noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-31315460.post-74270209609402202902009-02-09T10:42:00.000+01:002009-02-09T10:42:00.000+01:00Cuando leo este mensaje estoy a punto de vivir una...Cuando leo este mensaje estoy a punto de vivir una de las situaciones más humillantes y desagradables que puede experimentar un docente. Voy a ser "inspeccionado", visitado por un inspector. He llegado hoy a mi escuela con la firme decisión de mantener mi dignidad ante este trance tan desagradable y del que nuestro común amigo Paco Fuster está informado. <BR/><BR/>Leerle hoy, perdone que me ponga cursi, me llena de vigor para acudir al despacho en que seré interrogado en apenas unos minutos. <BR/><BR/>Su amistad es un honor, Justo.David P.Montesinoshttps://www.blogger.com/profile/00170971252950457688noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-31315460.post-86811103663064947192009-02-08T20:06:00.000+01:002009-02-08T20:06:00.000+01:00La lectura de tu excelente reflexión, amigo David,...La lectura de tu excelente reflexión, amigo David, me reconcilia con su natural inclinación a evitar esa institución universitaria por antonomasia que es el "piso compartido" o el "piso de estudiantes". <BR/><BR/>Durante los siete años que llevo yendo y viniendo diariamente de mi casa a Valencia y viceversa (dos horas y media al día en medios de transporte), han varias las ocasiones en las que se me ha planteado la disyuntiva. Amigos de clase y varios camareros me han ofrecido muy amablemente la posibilidad de incorporarme a sus vidas, de compartir con ellos el gozo de vivir "en tu casa". La tentación no ha podido conmigo nunca. Reconozco que mi carácter no es el más propicio, no soy la quintaesencia de la simpatía y admito ser bastante maniático (no de la limpieza, tampoco nos pasemos) o metódico. <BR/><BR/>Siempre he temido que mi forma de chocara con otros caracteres; eso que dicen los del Gran Hermano: es que la convivencia es muy difícil... Sé que es prejuicio mío y que hay gente que se organiza de maravilla y hacen de la vida estudiantil común una experiencia vital inolbidable. Lo sé y les envidio por ello, pero también conozco casos a la inversa, de gente que fue con toda la ilusión del mundo a la aventura y se topó con tipos o tipas como la que tu retratas en el texto. <BR/><BR/>PS: El viernes adquirí un ejemplar de "La juventud domesticada" (es una regalo que le prometí a un profesor del CAP muy interesado en los temas que tratas) en la "Casa del Libro". Para mi sorpresa, de forma unlateral y sin ningun motivo, esta librería había subido el precio del libro en tres euros (de los 12 que marca la web de la editorial y la propia web de Casa del Libro, lo habían subido a los 15'12 que pagué). Ignoro si fue un error, pero tampoco entrar en disputas con la cajera. La cuestión es que la semana que viene le daré el libro a este hombre y quedaré un día con él para comentar sus impresiones y poder trasladártelas luego.Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-31315460.post-31968377631104537172009-02-08T13:01:00.000+01:002009-02-08T13:01:00.000+01:00La convivencia siempre es difícil... no solo hace ...La convivencia siempre es difícil... no solo hace falta tolerancia sino saber que probablemente habremos de aguantar lo mismo que a nosotros nos aguantan.<BR/><BR/>Todos tenemos manías y neurosis, y en una convivencia parece que todo eso se multiplica hasta niveles casi insoportables (también depende de que manías), por eso es necesaria también mucha paciencia.<BR/><BR/>Y nuestro peor compañero es el rencor... que no nos deja perdonar los roces que siempre surgen y que en cada discusión sacamos a relucir. Es como tener un saco que poco a poco se llena hasta que llega un momento que ya no puedes cargarlo... mejor dejemos apartado ese rencor, hagamos un agujero en el saco, de forma que a a vez que entren cosas también salgan...<BR/><BR/>Nadie dijo que convivir fuera fácil, pero el ser humano tampoco está hecho para estar solo.Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-31315460.post-18541010142228783852009-02-08T11:50:00.000+01:002009-02-08T11:50:00.000+01:00¡Glup! Me había prometido escribir en su blog sobr...¡Glup! Me había prometido escribir en su blog sobre 'La clase' y sobre la historia y, ya ve, sigo sin hacerlo: una descortesía que sólo se justifica por el mucho trabajo que he tenido estas dos últimas semanas. <BR/><BR/>Ahora veo que habla de la convivencia, del dolor que frecuentemente nos ocasiona lo cotidiano, de la dificultad de oponer resistencia a quien nos daña. Usted se desnuda y con furia se expresa. Se atreve a ser políticamente incorrecto y a vilipendiar a quien tantas heridas le infligió. Qué quieren, podemos ser desastrosos o calamitosos (¿quién no lo es en algún aspecto?), pero no nos merecemos la humillación o el ultraje. <BR/><BR/>Sr. Montesinos, yo he tenido con usted un trato ocasional. Es una persona amable y cáustica, irónica y tierna. Me felicito por haberle conocido. Aunque sea superficialmente. Ese hecho --ese trato ocasional-- siempre me confirma que usted es un tipo complejo y atractivo, alguien a quien siempre deseo escuchar. <BR/><BR/>¿Qué puedo decirle? No sé quién es la persona que tanto daño le ocasionó. Ni siquiera sé si su versión de los hechos es la correcta, pero eso no es ahora lo que importa: deseo que rompa con el espectro de esa persona. Me encanta tener a David P. Montesinos como un amigo virtual, intermitente, ocasional. Algunos individuos nos hacen daño físico, pero sobre todo nos producen daño moral. En esa circunstancia hay que alejarse, en efecto, pero sobre todo hay que alejarse del objeto interno: distanciarse de ese ser que hemos alojado en nuestro interior. Perdone este psicoanálisis salvaje. <BR/><BR/>¿Duelo, amputación? David, reciba un abrazo. Fdo.: Justo Serna.Anonymousnoreply@blogger.com