La cueva del gigante
Desde la Cueva del Gigante, lugar perdido en un territorio árido donde antiguamente se refugiaban los bandoleros, esta página intenta echar luz, y también alguna sombra, sobre los fenómenos sociales contemporáneos: las nuevas tribus, los simulacros culturales, los movimientos de masas, etc...
Monday, December 01, 2025
ANATOMÍA DE UN INSTANTE
Wednesday, October 29, 2025
LAMINE YAMAL Y WARHOL
Desde que Victoria Beckam dijo aquella genialidad de “sin tacones no puedo pensar”, nada me ha parecido tan warholiano como Lamine Yamal. Bueno, en realidad miento, pues basta proyectar una mirada irónica sobre el mundo para darse cuenta de que todo este paisaje hipercomunicado y sometido a la saturación de datos e imágenes es perfectamente warholizable… Ustedes y yo también, por cierto. Si warholizáramos nuestras vidas, si fuéramos capaces de encontrar el lado cómico de nuestras tragedias, nuestras frustraciones y esa cara ridículamente circunspecta con las que deambulamos, quizá seríamos capaces de entender que la vida, ciertamente, no se puede tomar demasiado en broma, pero, sobre todo, no se debe tomar demasiado en serio.
“Soy profundamente superficial”, dijo el padre del Pop-Art. Lo que Andy entendió como pocos es lo idiota y banal que se estaba volviendo la civilización desde que, en los años 60, decidimos que lo que de verdad queríamos no era ser amados, ni tener una familia, ni ir al cielo junto a Dios, sino alcanzar la fama, aunque solo sea durante 15 minutos, y acudir a unos grandes almacenes en vez de a misa. No se ha entendido nunca la radicalidad del gesto warholiano, una reducción al absurdo por la cual, en vez de combatir frontalmente la idiotez dominante, se exhibe compulsiva y obscenamente una idiotez hiperbólica e irónica. Emitiendo signos que, en realidad, no significan nada, Warhol asumía que el destino último de la civilización opulenta es la proliferación de significantes vacíos, efímeros y tan perfectamente seductores como olvidables.
El arte futbolístico de Lamine es mágico, pero intuimos que lleva su cercana fecha de caducidad escrita en la cara. Nadie ha jugado tan bien al fútbol durante tanto tiempo como Messi, ni probablemente, como Cristiano, pero no estoy convencido de que hayan aportado nada valioso a la sociedad. Sin duda los dos han logrado más éxitos que Maradona, pero Diego, que era cualquier cosa menos un hombre ejemplar, arrastraba el aura y la maldición de los guerreros amados de los dioses. Por eso activa fervores santeros en ciudades tan vitales y confusas como Nápoles o Buenos Aires.
Sospecho que su neymarización le dejará a medio camino, pero Lamine podría ser Diego porque tiene algo de su gracia y le acompaña ese aire mesiánico que a veces reconocemos en los héroes surgidos del suburbio. Ser futbolista de élite implica cargar con un pacto fáustico que Cristiano y Messi entendieron perfectamente porque, a pesar de todo, solo son profesionales del fútbol. Obtendrás la gloria y el dinero que desea todo niño, pero no disfrutarás de ello porque no te dejarán ni tu entrenador, ni los periodistas ni el público. Si te niegas tardarás poco en convertirte en un juguete roto. En los acompañantes de Lamine –eso a lo que llaman el entorno- uno adivina la reencarnación de esos tipos con trajes de mafioso que acompañaban a Diego por los boliches de Barcelona cuando tenía veinte años y no entendía por qué los placeres había que postergarlos.
El Príncipe del Pueblo que se hace rico y alcanza todo lo que los pobres ambicionan. En la ostentación hortera, el espantoso pelo teñido y las baladronadas que dice encontramos a un agente pro-sistema involuntario. Pero también hay algo profundamente insolente y levantisco en Lamine. Dani Carvajal, que tiene edad para ser casi su padre, le reprochó alguna tontada dicha recientemente tras la derrota del Barça en el Bernabeu. Con eso, además de demostrar que es un mal tipo y hacer ver a Florentino que es más madridista que nadie, produjo un efecto inesperado que detecto en mis alumnos: “Lamine es nuestro”, piensan.
Es tan ridículo convertir a Lamine en símbolo de una insurrección juvenil como considerar a Vinicius líder del antirracismo. De acuerdo, y sin embargo, detecto en este crío sin padre e incapaz de digerir lo que le está ocurriendo un misterioso poder de comunicación que impacta con mucha fuerza en sus coetáneos. Si lo que comunica es bueno o malo, estoy aún por decidirlo. Pero, lo reconozco, me divierte mucho este muchacho. Con el balón y sin él.
Thursday, October 23, 2025
ECUACIONES POR LA CALLE
Los decanos de las carreras –ahora grados- de Pedagogía han elevado un informe al Ministerio de Educación reclamando entre otras cosas una transformación profunda de los estudios de Magisterio. ¿Y cuál es la propuesta? Lo diré sin eufemismos: si quieres ser maestro de escuela deja de estudiar matemáticas o ciencias sociales y aprende valores emocionales, formación en la diversidad, tratamiento del género…
Thursday, October 16, 2025
JR
No soy comunista porque no tengo nada a priori ni
contra el comercio ni contra el hecho de competir. Como demostraron los
fenicios en la antigüedad, la creación de mercados es un vector de prosperidad
y conocimiento que puede funcionar como alternativa a guerras, invasiones y
rapiñas. Se compite por la clientela y el puesto de trabajo, y se compite
también por la atención y hasta por el sexo. Siempre fue así, yo diría que
desde antes de que fuéramos civilizados, y a lo mejor lo somos porque
intercambiamos mercancías e ideas.
Digo esto porque voy a meterme un poco con mi paisano
Juan Roig, y no quiero que se me acuse de que lo hago por comunista. De otro
lado, suelo andarme con tiento a la hora de fustigar a los grandes líderes
sociales. Quizá por una mal digerida lectura de Nietzsche temo ser considerado
un resentido, es decir, uno de esos tipos pequeñitos que, en vez de intentar
crecer, trata de poner a todos sus prójimos al nivel de sus bajuras. El aviso
nietzscheano es oportuno, pero tampoco me frena en este caso. No envidio a Roig
porque no sabría qué hacer con su dinero. Y mucho me temo que mis anhelos más
profundos no se materializarían con más pasta.
Hay muchas cosas admirables y también odiosas en la
empresa llamada Mercadona, que sitúa a JR como el segundo megarrico de este
país, con don Amancio, dueño de Inditex, como el único con más ceros en el
banco. No me ha decepcionado que en estos días no se haya negado a que el
equipo del que es propietario, Valencia Basket, salga a jugar contra un rival
israelí en la Copa de Europa. Todo lo más se avino a cerrar la pista al público
para evitar líos, pues le advertirían que habría alborotadores por ahí dispuestos a liarla.
Roig me contestaría que una decisión así supone ser expulsados de la
competición. Tampoco se le ocurrió cerrar sus tiendas el año pasado por la Dana
y bloquear todos los traslados de aprovisionamiento, lo que puso en serio
peligro a muchos de sus empleados. Quizá sea mala idea criticarle por ello,
pues el Govern valenciano fue el primero en no tomar a tiempo las medidas
adecuadas para salvar a la población.
Meterse con JR es casi causa de excomunión en
Valencia… Como si de la continuidad de Mercadona, de la que yo por cierto soy
cliente asiduo, dependiera poco menos que la prosperidad y aún la supervivencia
de una comunidad con varios millones de habitantes. Como si el éxito de su
creador fuera producto únicamente de su talento y su mérito. Como si sus
empleados, la mayoría entregados a jornadas laborales muy duras por sueldos
magros, solo hubieran de estarle agradecidos.
Dijo el Gran Líder una vez que debíamos tomar ejemplo
de la disciplina laboral de los chinos. Tiene razón, si las corporaciones
pudieran saltarse los derechos humanos, como es común en gran parte de Asia, la
rentabilidad del trabajo sería mayor, y Roig podría ser todavía más rico de lo
que ya es. Para su desgracia estamos en Europa, y la gente todavía cree que se
trabaja para vivir y no al revés.
En las últimas semanas –soy buen observador- deambula
por “mi” mercadona una encargada nueva con muy malas pulgas que se dedica a
hacer llorar a algunas empleadas. Sospecho que podría haber elegido la
profesión de dominatriz o fabricar minas antipersona, pero la han cogido de
capataz en la cadena de Roig. Supongo que en el alto mando es bien mirada
porque los empleados cuando se les da caña producen más, o eso es lo que a
Juanito le mola pensar.
Gran emprendedor y mecenas social don JR, pero, lo
siento, prefiero a la chica del jamón a la que vi llorar ayer por culpa de una
imbécil. Y eso que no soy comunista.
Saturday, September 06, 2025
ILUSIONISMO
Saturday, May 31, 2025
A PROPÓSITO DE CAITLIN CLARK
Seguramente no les diga nada el nombre de Caitlin Clark. 23 años, base de Indiana Fever, equipo medianejo de la liga profesional femenina estadounidense. Clark cumplió el año pasado su primera temporada en profesionales. No sorprendieron sus brillantes cifras de tiro y asistencias, pues ya llegaba como una gran promesa de la liga universitaria, donde trascendieron sus intensos duelos con Angel Reese, ahora también enrolada en la WNBA. Clark es particularmente luminosa, su juego es espectacular, pero todavía le falta para ser una número uno.
Wednesday, April 16, 2025
VARGAS LLOSA Y LA CONFUSIÓN
No tenía ningún especial interés en hacerle homenajes a Vargas Llosa. Se murió de viejo un grandísimo escritor y un inconmensurable prestigiador de la lengua hispana. No iba a decir mucho más decir salvo que solo fue capaz de conmoverme de verdad con una novela, “La guerra del fin del mundo”, sin perjuicio de que tiene otras muy buenas, en especial “Conversación en la catedral”. O que valoro mucho su honestidad y el entusiasmo lector, hasta el punto de que mis libros preferidos del peruano son ensayos literarios como “Historia de un deicidio”, que leí hace una eternidad y que me ayudó a entender a su íntimo enemigo, García Márquez. O que sus artículos en El País me hacían fluctuar entre la irritación y el desprecio, hasta que llegué a la conclusión de que era mejor dejar de leerlos.
No, no pensaba decir nada en especial, pero es que estoy empezando a cabrearme. Ya me pasó cuando el Nobel a Cela. Tenías que alegrarte de aquello, celebrarlo jaleando por las calles al señor que escribió Pascual Duarte y que podía aspirar litros de agua por el culo. De lo contrario eras un envidioso, que ya se sabe lo mucho que los literatos patrios han dicho sobre el cainismo ibérico
Hoy tengo la misma sensación. Se diría que en los distintos obituarios se compite por ver quién le adoraba más, y si no dices que don Mario era estupendo de pies a cabeza entonces le estás faltando. La especie más difundida en las últimas horas por algunos articulistas de El País cuestiona la disociación que muchos efectúan entre el novelista y la persona o, si se prefiere, entre el literato y el ideólogo. La perra gorda se la lleva Sergio del Molino, según el cual quienes decimos amar al narrador y no al político somos los que más le despreciamos. No acabo de entender dónde está la maldad de considerar que “Pantaleón y las visitadoras” es un texto divertidísimo y, a la vez, distanciarse del personaje cuando adopta posiciones políticas que van desde lo discutible hasta lo repelente.
Aclaro…
Me da igual si se casó con su prima o con su abuela, si le pegó a Gabo por temas de faldas o si se juntó con la Preysler por la leyenda sexual que arrastra esta señora. No le cuestiono, al contrario, por haberse alejado del comunismo castrista o llamar payaso a Trump.
No, yo me refiero a otras cosas. Por ejemplo, es de todo punto cutre y rancio comparar el feminismo con el fascismo. No me parece mal que compitiera por el gobierno de Perú contra un tipo tan siniestro como Fujimori, pero que recrimine al electorado “votar mal” al elegir a un socialista se me hace bola. Acepto que discutiera los manejos poco democráticos del PRI mejicano, pero ponerse al lado de los multimillonarios para conducir el país a la libertad y la modernización… pues qué quieren, tampoco termina de convencerme. Definir el nacionalismo catalán como “ideología tóxica”… bueno, quizá podría diagnosticar también el nacionalismo español de sus amigos ultras como Aznar o Federico. Me parece bien que fuera crítico con determinados líderes de la izquierda latinoamericana, pero que defendiera a un tipejo como Milei, pues eso ya no tanto, qué quieren.
Yo a Varguitas, como le llamaba su ex mujer, le he oído decir verdaderas estupideces, algunas llenas de maldad, respecto al multiculturalismo, los servicios públicos, las naciones pobres… Me parece detestable su admiración por Margaret Thatcher y asquerosos –repito, asquerosos- sus manejos fiscales, incluyendo un más que turbio asunto con los Panamá shores dichosos. Viva el liberalismo, ¿eh, Mario?
Lamento que del Molino o Cercas no me toleren apreciar al novelista y desestimar al personaje, pero creo que lo realmente deshonesto sería abjurar del autor simplemente porque la persona nos repela. A lo mejor la confusión la tienen ellos.
En cualquier caso me da igual. Voy a leer de nuevo a Vargas Llosa estos días. Jamás amaré su obra como la de García Márquez, Borges, Cortázar o Rulfo, pero esa también es otra cuestión.






