Monday, September 29, 2008











CÓMICOS


Apenas unas horas después de la muerte de Paul Newman ya los periódicos de la mañana dominical se habían llenado de llantos, exequias y apologías fúnebres. "Guapo a morir”, dirá con evidente ingenio Maruja Torres en El País, “grandioso actor”, rezan los expertos cinéfilos, empeñados en demostrarnos que una interpretación como la de El buscavidas no se consigue solo con unos bonitos ojos azules… nos encontramos incluso con un joven y bello actor español quien no parece tener recato en insinuar su empatía espiritual con el recién finado. Curioso: los mismos que soltamos alguna lagrimita por la muerte del anciano nos hemos indignado unas horas antes leyendo –también en El País Semanal, claro, hay quien lo llama la Biblia- una entrevista en la cual alguna estrella nacional de mediana edad nos recuerda que su única pasión es actuar y que no todo es ser guapa y joven sino íntegra y buena profesional… todo ello mientras posa con aire de diosa olímpica y nos muestra sus nuevos dientes, su rostro de photo shop sin arrugas y la certeza de que puede seguir haciendo de guapa en las películas sin despertar demasiadas sospechas.




Yo apostaría por la coherencia. La razón por la que ciertos jóvenes de ambos sexos llegan a la fama es que los escogen por guapos. Que se pasen el resto de la vida negándolo solo demuestra el mucho interés que tienen en que no pensemos que son unos mierdas, aunque yo aún espero encontrar a alguno lo suficientemente honesto como para espetarme a la cara “mira, aquí estoy, por mi cara bonita, no como tú, así es la vida”. Ciertamente ser guapo ofrece grandes ventajas en la vida, bastantes más de las que ofrece ser feo. De Paul Newman hablamos como una leyenda del cine, pero él llegó de la misma manera que tantos de esos imberbes guaperas que tanto nos fastidian ahora. Los hay como él que, a base de esfuerzo y amor a la profesión –aquí podríamos compararlo salvando las distancias con Coronado o Banderas- han conseguido llegar a ser dignos actores… dignos, nada más, no han hecho nada que no hubiera hecho con su fea cara cualquier otro actorcillo de algún teatro de mala muerte… Lo que sucede es que si hubieran llamado para Marcado por el odio a un tipo malcarado no habría ido tanta gente a ver la película. Podemos hablar si ustedes quieren de David Beckam, un mediocre futbolista con una poder de arrastre mediático que no se explica por su enorme inteligencia o su inconmovible integridad moral.




Claro que, de entre toda esta especie de afortunados que se empeñan en convencernos de lo que lo suyo no es azar sino talento, mis preferidos son los enchufados por nepotismo, en otras palabras, los que son “hijos, nietos o hermanos de…” Todos les debemos mucho a nuestros padres, no solo la vida, pero me llaman la atención aquellos que, como Bardem, han conseguido hacer creer a todo el mundo que son geniales por derecho propio. A uno puede gustarle por ejemplo la interpretación de Ramón Sampedro que hizo este actor en Mar adentro… a mí, la verdad, la película me pareció un tostón más de ese director tan pillo y oportunista que es Amenazar… en cuanto a Bardem, hizo lo que, con similar esfuerzo, hubiera podido hacer cualquier actor sin su fama ni sus oportunidades.



La suerte determina muchos de los asuntos humanos. Yo, por ejemplo, creo que he tenido suerte en la vida. Lo sé porque tengo la buena costumbre de mirar a mi alrededor y darme cuenta de que el azar ha deparado a la mayoría de mis vecinos fortunas mucho más deprimentes que la mía. Ante el prematuro cáncer sin culpa de mi vecino de arriba y la depresión endémica del de abajo, he llegado a la conclusión de que haber tenido una abuela loca como una puta cabra y dar cifras alarmantes de triglicéridos en sangre no es como para dejarse morir llorando en un rincón.



Quizá por eso, si yo fuera Javier Bardem, no habría dedicado mi premio en San Sebastián a “los cómicos”. Eso está muy bien la primera vez, uno da las gracias a sus padres y recuerda que sus abuelos las pasaron canutas helándose de frío por caminos pedregosos para llegar a una aldea a hacer comedia. De acuerdo, Javier, pero TÚ, querido, NO ERES ESO. Tú eres simplemente un tipo con suerte, la suerte de que te contrate Woody Allen o de que las mujeres de este país se hayan empeñado en que es el tipo ideal para pegar un “polvo salvaje”, lo cual demuestra que sois tan tontas como los tipos que, como mi amigo Cabuto, tienen la habitación llena de posters de Pamela Anderson y Angelina Jolie…



Eso sí, Bardem, has aprendido perfectamente la lección. La élite del cine español, esa que nos aburre cada año con los Goya, esta llena de listos que repiten las mismas frases de mierda y les encanta mirarse el ombligo. ¿Cómicos? Sí, por ejemplo los que aparecen en El viaje a ninguna parte, de Fernán-Gómez... porque ser cómico consiste justamente en arrastrarse por caminos polvorientos y pasarlas canutas... consiste en saber que el mejor premio es que un lugareño no te abra la cabeza de un jamonazo por haber hecho chistes sobre la Virgen local. Un cómico es cierta ex-alumna que viaja por España con un grupo circense y tan pronto aprende a andar sobre zancos como canta una canción para cautivar a los niños... Cómicos son esos grupos de payasos que acuden a los departamentos de oncología infantil para hacer reir a críos a los que Dios ha abandonado nadie sabe por qué...cómico era un tipo alcohólico que acudía al solar de mi colegio para enseñarnos trucos de magia y luego vendernos una bagatela que según él volvía invisibles los objetos... cómico es Rafael Alvárez, el Brujo, que no acude a las entregas de premios que le dan y no se olvida ni por un momento que lo que tiene delante sentado son personas... cómicos son los mimos de la calle que se las ingenian para que les aflojes medio euro...





Termina resultando irritante toda esta élite de los David Trueba, Bardems, Almodóvars y Amenabar tan estupendos, tan cool y tan El País Semanal, tan oligarquía y tan mafia como tantos cotos cerrados en los que la divisa esencial es poner los codos para que no pasen los que no forman parte de la familia. Yo de Bardem hubiera cambiado la dedicatoria. Me habría acordado no de los cómicos ni de lo bonito que es actuar ni de lo rebeldes que son los del teatro...sino de los espectadores, verdadera infantería cuya ingenuidad -pagar siete euros para satisfacer la vanidad de este hatajo de listos- sostiene el entramado farandulero. Esos grupos de funcionarias divorciadas y a punto de jubilarse que van a los cines VOS y se compran la Cartelera Turia, que soportan a las legiones ruidosas de espectadores bárbaros y palomiteros a los que les suena el móvil en mitad de la película...gente crédula pero heroica, gente que quiere ver arte en las pajas mentales de Julio Medem, esa gente es la que de verdad se merece una Concha de Oro de Donosti.




La lealtad de todas esas personas... eso sí que es una suerte.








10 comments:

Alba said...

Tienes toda la razon en lo de los 7 euros del cine, en aguantar a los que hablan por el movil y en que hay actores muy buenos que como no tienen enchufe se joden y en vez de dedicarse a eso tienen que tener un trabajo de mierda porque no consiguen ninguna oportunidad actuando. Pero en lo que no estoy de acuerdo es en lo de Bardem, porque sí, ya tiene el paso de su madre, pero no por eso podemos decir que son malos actores, porque la verdad es que no lo son, es mas a mi Bardem me parece muy bueno. Que hay otro actor que lo puede hacer mejor? pues probablemente, pero el chico a tenido suerte y este mundo funciona así... Guapo, con enchufe y encima no eres malo lo tienes cojonudo...


Salud...

Anonymous said...

No pienso que Bardem sea un mal actor, solo creo que lo ha tenido más fácil que otros muchos tan talentosos e ilusionados como él. Con frecuencia criticamos el star system que asociamos al cine americano. Pero nosotros tenemos también un star system... Ya puestos me quedo con Bardem padre, magnífico director de cine. David.

Anonymous said...

Yo, que he salido de la nada para alcanzar las más altas cotas de la miseria gracias a mi belleza, me siento un poco aludido por tu escrito. Por cierto, lo de la abuela loca fue un ejercicio fascinante de indagación en los abismos más insondables del alma humana. Uno ve el absurdo cara a cara, con la delectación de un entomólogo, y queda definitivamente vacunado contra futuras desesperaciones.
Respecto a Newman, yo lo vi siempre como un imitador algo menos exuberante de Marlon Brando, aceptando que es imposible imaginar "El buscavidas" con otro actor. Sin embargo lo que me parece extraordinario es cómo Cary Grant encarnaba personajes sin aspavientos y llenando la pantalla, o cómo caminaba John Wayne, o la sobriedad impactante de Robert Mitchum.
Vaya, me alegro de que haya más gente que piense que los geniales ejercicios de ensimismamiento y casualidades de Medem, son producto de una imaginación alterada por un ego hipertrofiado. A Bardem se le ve crecido, es verdad, a mí me caía bien por aquello de ser rojo y tal pero temo que es de la cuerda de los Ana Belenes y Victormanueles, que pasan con armas y bagajes desde el rojerío radical a la digna nómina de la socialdemocracia temperada.
Creo que el término “cómicos” para llamar a los actores empezó a generalizarse tras una relativamente famosa película del abuelo de Javier, Juan Antonio Bardem. En ella se relatan las miserias, los celos, la promiscuidad de los dedicados a esta profesión, y todo a cambio de satisfacer una efímera vanidad. La que tenemos todos pero que solo la gente como yo disfruta con la serenidad de saberse guapo.

Anonymous said...

Saludos, David. Muy bueno el post sobre el cine. Así me gusta, que vayas haciendo amigos. Me he reído mucho con lo de Pe. La belleza, amigo mío, guste más o menos, abre muchas puertas. El dinero también, pero lo mejor de todo es cuando se combinan: cuando vemos a una actriz, de hollywood, of course, guapisima y con un cuerpazo, con un tipo podrido de dinero, que le saca treinta años y más feo que pifio. ¡Ay, que vida esta!

Anonymous said...

Tobías, su brillantez retórica crece en forma directamente proporcional a su maldad. Por cierto, debería hacerle una visita a don Alejandro Lillo en su laberinto -quise decirle en su librería- para seguir documentando adecuadamente sus afilados comentarios. Yo pienso hacerlo en breve, pues creo que la generosidad del librero corresponderá al interés de sus volúmenes. Quedaremos allí pronto si usted lo desea. David.

Anonymous said...

Por supuesto que seréis bien recibidos si acudís a visitar mi reino. Es más para mi sería un placer compartir una cerveza con vosotros. Por cierto, David, comienzo a leer "La sociedad del riesgo" atendiendo a tus recomendaciones. Saludos.

Carles Esquembre said...

YEEE!!

Que pasaaa tio!!! Soc Carles, del pinós. Com estas? cuant de temps, ja no recorde si este estiu vas estar en pinós en algún dels concerts de jazz i musica instrumental que vam fer, me hago un lio i ja no se si ens vam vore aquest estiu o el anterior, jeje. Repasan els meus mails he encontrat el teu blog, ha sigut una agradable sorpresa.
Este post que has escrit me sorprende bastante, jeje, no sabía que no te agradaba Bardem, ni Amenábar...
Bueno tio, perdona per parlarte mitad valencià/castellà, se men va el cap contínuament. Tinc moltes neurones ausents per culpa de grans concerts de rock! jeje. Tio, la meua web www.carlesesquembre.com ha sigut retirada debido a que se ha caducado el dominio. Ademés de paso aprovecho para cambiar algunas cosas que creo no están a la altura del mercado profesional del mundo del cómic actualmente. Lo que sí que funciona es el meu blog. El tinc un poc abandonat perque se me olvida la contraseña continuament i no puc entrar hasta que la recupere jaja.

Bueno fiera, a vore si parlem pronte, me alegra voret per aquí bloggeando.

Una abraçada!

Carles Esquembre

David P.Montesinos said...

Hola, Carles, te tengo linkeado desde hace tiempo y apareces con frecuencia en mi memoria. Ya sabes el respeto que tengo por ti y por tu familia. Siento que cerrara el blog de comics, me pareció excelente. Felicidades también por el concierto de homenaje a Queen de este verano en el pueblo., lo pasé muy bien y no me dio para nada la impresión de que estuviera poco preparado, tal y como me dijistéis. Echo el instituto de menos con frecuencia, cierta pintura tuya sigue ahí, algo tengo que ver con ella, ya sabes. Pasa por aquí cuando quieras. Bardem no me emociona y Amenabar me parece algo sobrevalorado, pero podemos discutirlo cuando te apetezca.

David P.Montesinos said...

Que no se m´oblide,recorda que estàs convidat a casa nostra quan vullgues vindre a Valéncia.

El perro asirio said...

Hola David soy Elías, solo decirte que te leo desde hace ya tiempo, y tio deberias hacer otro libro con todo esto que has escrito en el Blog. En serio, esto no es una chupada de polla gratuita ¿ok? es que me pareces EL HOMBRE DE LA RAZON. Hacen falta mas cabezas como la tuya en este mundo en el que vivimos. Por favor no dejes de escribir, tus palabras nos hacen pensar. Saludos de un fan.