Tuesday, November 03, 2020

¿UN TIRO EN EL PIE?


De "tiro en el pie" califica Vargas-Llosa la elección de Trump para ocupar la Casa Blanca hace cuatro años. Los americanos votaron mal, afirma el Nobel peruano. No estoy seguro de que sea muy liberal dicho planteamiento, yo creía que la democracia era intrínsecamente buena y que no se depreciaba en función de si ganan los que a mí me gustan. De otro lado, al novelista parece que se le olvida que Trump no obligó al Partido Republicano, con el que tanto simpatiza don Mario, a ser proclamado candidato para enfrentarse en las presidenciales a Hillary Clinton, elegida por los Demócratas. Pese a los numerosos hostiles dentro de la jerarquía del Partido, las bases republicanas creyeron que sería un buen competidor, y no parece que se equivocaran, pues Donald, contra pronóstico, terminó derrotando a Clinton. No obstante, la cuestión de fondo que da sentido al artículo es otra: a los EEUU les va mal con Trump, luego lo mejor es que pierda. 


Es de agradecer que Vargas-Llosa, un irredento conservador, tenga personalidad suficiente para reconocer lo que todos advertimos, que Trump es un patán.  Es la misma que le inclina a pedir a la ciudadanía que vote el martes a los Demócratas, pues entiende que Joe Biden, pese a sus insuficiencias, es el hombre de la moderación que el momento que vivimos necesita, en favor de la nación y del resto del mundo, ver sentado en el Despacho Oval. 


Está muy bien... el problema es que no le creo. No es que no sea sincero en su diatriba a Trump. Lo que advierto es que su análisis es tramposo y su posición falaz, entre otras cosas porque elude cualquier atisbo de autocrítica. Lo diré de una vez: la derecha más o menos elegante del mundo sabe que Trump es impresentable y sospechan que va a ser derrotado por Biden... es el momento oportuno para romper definitivamente puentes con su modelo de derecha cutre y maloliente. El artículo de Vargas-Llosa responde a ese plan...



Pero no es tan sencillo, lo siento. Y la razón es bien sencilla: el trumpismo no es un verso suelto ni un accidente que le ha sobrevenido al conservadurismo norteamericano. La presidencia de Trump es hija de la furiosa y muy bien financiada presión ejercida por el Tea Party durante los ocho años de Obama. Trump no es un liberal, desde luego, no en el sentido en que la gente como Vargas-Llosa se reconoce a sí misma como tal. Pero el trumpismo que derrota a Clinton sí está vinculado a aspectos tan inseparables de la cultura reaccionaria como el odio a la inmigración, el machismo, el nacionalismo, el militarismo y el culto a las armas, el rechazo al ecologismo, el odio a la política profesional... Trump no ha llegado a la Casa Blanca por ser, como piensa Vargas-Llosa, un conservador equivocado, sino mas bien por lo contrario... porque su estilo rabioso y autoritario encarna ahora mismo mejor que nadie la deriva del conservadurismo en nuestro tiempo. 


Veamos...


Sin dejar de recordarnos en su artículo de este domingo en El País su profunda aversión por los regímenes de Cuba y Venezuela, el creador de Pantaleón deja bien claro su lugar en el mundo al declararse ferviente admirador de Ronald Reagan y simpatizante del Partido Republicano. Han pasado cuarenta años y las circunstancias son otras, desde luego, pero, qué quieren, a mí me recuerda mucho la emergencia del reaganismo y sus posteriores líneas de acción a las que ahora encuentro en Trump... La única diferencia es que, como actor, Donald es algo más histriónico que Ronnie. De otro lado, y aunque no soy fan del castrismo ni del chavismo, creo que esa obsesión por recalcar que son el eje del mal desnuda un error muy común: Vargas-Llosa parece ignorar que el autoritarismo es hijo de la pobreza y la desigualdad, y no a la inversa. El problema es que, mientras no haya supuestos comunistas en el poder, al novelista la pobreza le suele traer al fresco. Por cierto, reprocha a Trump que su hostilidad al gobierno venezolano, además de ineficaz, responde al "oportunismo", pues no se ha preocupado de ayudar de verdad al pueblo de aquel país, en lucha contra sus tiranos. Me pregunto cuándo la lucha del gobierno norteamericano contra algún régimen comunista en América Latina se ha basado en la voluntad de ayudar al bienestar y la paz entre los ciudadanos del país en concreto. Siempre hay geoestrategia, lo que de verdad molesta a Vargas-Llosa es que Trump no ha conseguido todavía cargarse el régimen de Caracas e imponer a su amigo Guaidó en el gobierno. 


Se ceba a continuación el escrito con la pavorosa gestión del covid. 



Acusa a Trump de ser un millonario sin cultura, algo que en realidad me parece muy de "Mocasines", como llamaban a don Mario en su juventud: a los pijos de noble cuna siempre les han molestado los arribistas y los nuevos ricos... Y no porque les moleste la riqueza, sino porque sus formas les recuerdan a la chusma. Y tiene razón, Trump es vulgar y plebeyo, no tiene ningún interés en ocultarlo y es ese por cierto su gran secreto. Le afea Mario su racismo, expresado en delirios como el de la gran muralla con México y el insistente discurso anti-inmigración. Le va algo en el asunto porque Vargas-Llosa es hispano, pero creo que su análisis es poco profundo. La derecha, diga lo que diga, no quiere echar a los inmigrantes, quiere esclavizarlos, mantenerlos en situación de precariedad y aún de esclavismo... y, cuando venga bien, poder echarlos sin problemas y culparlos de los problemas del país. A mí no me preocupa demasiado el racismo de Trump porque lo verdaderamente racista son las prácticas del capital, al cual le conviene una mano de obra barata y sin derechos porque le resulta rentable. De eso no habla Mario, solo le molesta que Trump hable con tono de paleto del Ku Kux Klan. También podría el articulista elogiar el trabajo contra del racismo de Obama durante su gobierno, pero para el negrito no hay ni una palabra. 


Alude Vargas-Llosa al fracaso en el plan para la paz entre israelís y palestinos, que ha fracasado porque es evidentemente inaceptable para estos últimos. No recuerdo que haya sido de otra forma cuando el tema ha caído en manos de un gobierno republicano, por ejemplo el de Bush jr, aún más pirómano que Trump a la hora de poner sus sucias manos sobre el Medio Oriente. Pero los dislates de anteriores gobiernos republicanos en la región no habla, claro.


Concluye, por supuesto, denunciando la nefasta gestión del gabinete Trump respecto al covid. Si el país no ha ido a la ruina es gracias a la agilidad y eficacia del modelo de oferta y demanda, el cual permite a los empresarios seleccionar a los mejores empleados y a estos exigir mejores salarios y decidir en qué empresa quieren trabajar. No dudo que en los EEUU haya profesionales que ocupan un lugar privilegiado en el sistema laboral, pero, qué quieren, yo -que tengo miras estrechas- asocio el modelo americano a la precariedad, la neutralización sindical, la desigualdad escandalosa y el deterioro de los derechos de los trabajadores. Sí, Wall Mart, Mac Donald´s y todas esas cosas, pero, según Vargas-Llosa, el país es el paraíso de las relaciones laborales. Yupiii!!!


Pero lo que de verdad me llama la atención es que acuse a Trump de haber desoído las reiteradas llamadas de los expertos para decretar restricciones pretextando razones económicas. Quiero recordar que Vargas-Llosa, en pleno confinamiento español, encabezó junto a José María Aznar un escrito que proclamaba lo siguiente: "Algunos gobiernos han identificado una oportunidad para arrogarse un poder desmedido. Han suspendido el Estado de derecho e, incluso, la democracia representativa y el sistema de justicia". Tras referirse, como no, a Venezuela, Cuba y Nicaragua, afirman que "En España y la Argentina dirigentes con un marcado sesgo ideológico pretenden utilizar las duras circunstancias para acaparar prerrogativas políticas y económicas que en otro contexto la ciudadanía rechazaría resueltamente". 


¿En qué quedamos, Mario? ¿Debían los gobiernos restringir ciertas libertades en aras de la salud, como hicieron los gobiernos de distintos signos ideológicos, aunque el documento solo habla de izquierdistas, o, por el contrario, había que proteger las libertades ciudadanas frente a la algarada estalinista que que nos amenazaba con la excusa sanitaria? 


Asombrosa desfachatez, me parece a mí. Ojalá pierda Trump. Y no, desde luego, porque lo diga Vargas-Llosa, entre otras cosas porque mañana igual dice lo contrario. A saber. 



 



 



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