Friday, June 15, 2018

UN PAÍS INTERESANTE

Quizá no haya nada más entretenido que ser español. En los últimos días hemos vivido tales convulsiones, que uno se pregunta si todos esos jóvenes que emigran no van a perder, a cambio de tener un trabajo digno, la posibilidad de pasárselo bomba con este circo gigantesco que es la Celtiberia. 

El pasado miércoles, por ejemplo, no nos habíamos repuesto todavía del abrupto cambio de gobierno y, a horas de debutar ante Portugal en la Copa del Mundo, se anunciaba la destitución fulminante del seleccionador nacional. Todos sabemos que el fútbol es un juego estúpido, pero con una capacidad para incidir sobre la política y la economía tan grande, que países como Brasil o Argentina hacen depender cada cuatro años su estado de ánimo y su autoestima de los resultados mundialistas. Se impone la pregunta: ¿tenemos derecho a sentirnos alejados del tercermundismo de esas naciones del sur del mundo que se alienan con las pasiones futbolísticas? 

A mí, ya puestos en el caso, me parece que lo de Lopetegui es una deslealtad impresentable. Y me parece también que el nuevo Presidente de la Federación ha tomado una decisión sumamente imprudente para sus propios intereses, pues, con la tropa a punto de entrar en combate, destituir al comandante sitúa al propio Rubiales en la diana de todas las flechas que surcarán el cielo como demonios si las cosas salen mal. Y sin embargo, tiene algo de heroico. Siempre lo tiene ponerle trabas a un personaje tan poderoso y tan dañino como Florentino Pérez. No deja de sorprenderme la insistencia de algunos allegados madridistas y de derechas en reprocharme falta de intensidad patriótica. Al final resulta que es el Madrid el que se carga a la selección nacional. Pregúntense si esta cochinada la hubiera hecho el Barça... Rivera sería el primero en echarle la culpa al Procés y se dispararía de nuevo en las encuestas electorales, ya lo creo.

En las mismas horas en que los teletipos ardían -así se decía antes de internet- con lo del equipo nacional, se descubrían los líos con Hacienda del nuevo Ministro de Cultura, Màxim Huerta. Y el escándalo se desataba... Y el Ministro ya era ex antes de caer la noche... Y Ferreras se lo pasaba bomba con su carrusel deportivo de la Sexta. No daba abasto, pues por la mañana los reporteros aguardaban noticias sobre el inminente ingreso en prisión de nuestro amado Urdangarín. Ya verán, seguro que consiguen infiltrar una cámara en prisión y terminamos viendo como friega la celda o juega al mus con otros presos. 

Este es un país encantador, es una pena que haya desaparecido el Padre Apeles, pero tenemos a Hernando, no se desanimen. 

  Decía Franco que España era "la reserva espiritual de Occidente". 
Se le fue la mano porque Franco, además de no ser un tipo demasiado leído, tenía ese toque grandilocuente joseantoniano que atribuye a España la condición de país elegido. Todo aldeano tiende a sucumbir a la tentación de afirmar tras dos vinitos que como lo suyo no hay nada en el mundo, entre otras cosas porque nunca ha viajado. Y, sin embargo, aunque en un sentido no previsto por el Dictador, España tiene la singularidad necesaria para ser considerada una tierra emocionante. "Ojalá te toque vivir tiempos interesantes"... dicen que así reza una maldición. A nosotros nos ha tocado la china de vivir en un "país interesante". Berlanga lo captó magistralmente: somos la reserva humorística de Europa, un país encantador, si no existiéramos habría que inventarnos. 

¿Tienen trascendencia todos estos affaires que animan nuestros días? Pues no, no gran cosa, creo. Algunos corruptos son condenados, pero sucederá como en esa historia del legionario que pide que no espanten a las moscas que devoran su herida: "si se van, vendrán otras más hambrientas". Soy un cenizo, sí, pero va a seguir habiendo corruptos porque hay un amplísimo sector de españoles que no cree en la democracia y que, por tanto, no entiende que las instituciones públicas no están para que los listos las saqueen. Que Máxim Huerta aún no haya entendido a estas horas que la obligación de Sánchez era cesarle resulta significativo. En cuanto a Lopetegui, no pasa nada, muchos seguirán pensando que el mal español no es Florentino sino Piqué...Y en cuanto al Mundial, tranquilos, somos el país de la improvisación, sin entrenador jugaremos mejor. 

Todo da mucha risa, sí, excepto el barco de los refugiados que en unas horas llegará de Italia al Puerto de Valencia. En estos días no he dejado de oír graznar a vecinos y a allegados contra la decisión del nuevo gobierno español de acoger a los seis mil parias que llegan huyendo del horror y la muerte. Recuerdo haber escuchado en una ocasión el relato de un subsahariano de su experiencia durante varios días con sus noches a bordo de una patera. Eso sí es una peli de terror. De ella forman parte las odiosas concertinas que el nuevo ministro Marlasca ha decidido eliminar. ...Quizá todavía haya motivo para la esperanza.  

No comments: