Friday, November 21, 2008










20 DE NOVIEMBRE








1.Cuando yo nací Franco aún existía. Estaba viejo como una pasa y el pulso le temblaba a pesar de la determinación con la que firmó la sentencia de muerte de Puig Antich y tantos otros... Todos, en mayor o menor medida supimos a qué sabían las hostias de la dictadura, incluso mi hermana Andrea, que nació dos días antes del fallecimiento oficial del Caudillo, quizá incluso muchos que nacieron después han experimentado las consecuencias de haber vivido en una especie de edad media gris y cutre durante cuarenta años. Cuatro décadas en las que el mundo civilizado aprendía a convivir libremente y que nosotros perdimos miserablemente por la fuerza de las armas y el derecho de conquista, que permite al ganador destruir, humillar o silenciar al enemigo. Ayer, en un programa trivial de la tele celebraban una especie de encuesta: "si quieres que Franco resucite llama a tal número, si quieres que siga en la tumba llamas a tal otro". A muchos el nombre del dictador les suena todavía a cartilla de racionamiento en la posguerra, a sótanos de la policía, a palizas nocturnas a los mariquitas por la Brigada Social, a un paisaje zafio y sin estilo de ritos impostados y al cobarde asentimiento del rebaño de borregos que aman a quienes conducen el mundo hacia la paz de los cementerios. Ahora ya solo es un chiste, mejor así después de todo. Mi sobrina Lola puede permitirse el lujo de no saber siquiera quien fue Francisco Franco. Su tiempo le deparará cambios climáticos, nuevos virus, nuevas vulnerabilidades, nuevos riesgos... pero no volverá a soportar una España de obispos orondos, coroneles con bigote y caciques que hacían callar al pueblo entero cuando ellos hablaban.

Se acabó, las tormentas de arena de la historia apenas dejarán más rastro de todos ellos que el del simple recuerdo. Eso, y un puñado de chistes que con el tiempo acaso ya ni tengan gracia. Adiós para siempre.




2. La detención de Cheroqui da también lugar a algunos chistes. Mi primera inclinación es mirar con severidad al de las bromas. El tema no me hizo gracia jamás, ni pizca. Alguien alude a la afición del terrorista al hachís, la cual probablemente facilitó su descuido y detención. (Ya decía mi abuela que las drogas son malas) Pienso un poco... quizá sea mejor reírse un poco. En una escena de la segunda parte de El Padrino, Kay dice a Mike Corleone: "ahora mismo creo que ya no siento ningún amor por ti... Ya solo te tengo miedo, Mike". Qué poca seducción son capaces los pistoleros de ejercer sobre mí, qué poco han significado en mi vida, qué pocas luces han añadido a mis desvelos, qué poco habré de acordarme de ellos cuando muera, qué insignificantes resultan quienes todavía dicen que no entendemos el conflicto vasco... Acaso la risa sea, después de todo, más inteligente que el miedo.


3. El 20 de noviembre es también, por cierto, el día internacional de la filosofía. No me atrevo a insistir en lo de siempre: que si la sociedad no puede deshacerse de la necesidad de la reflexión, que si debemos seguir incordiando con preguntas trascendentales para saber que aún no nos hemos convertido en borregos del rebaño, que si la filosofía es la bestia negra de los tiranos, que si hay un contubernio mundial del capitalismo y la tecnocracia para acabar con la enseñanza de los saberes críticos y convertirnos así a todos en sumisos esbirros. Pero por esta vez no voy a fastidiarles con frases lapidarias de Kant o Descartes. Sólo quiero acordarme del único filósofo que verdaderamente alegra mis actuales días: el Doctor House. La imagen que acompaña el párrafo me suscita un breve texto: "Mi silencio es la victoria de los tiranos". Es un personaje de ficción, pero no se puede tener todo.




Hablando de risas, el último capítulo emitido en la fox de la actual temporada me deja largamente pensativo. Wilson, que lleva semanas alejado de su amigo House, se siente obligado a llevarle al entierro de su padre. House, que no parece sentir en lo más mínimo el fallecimiento de su progenitor, pasa el viaje puteando a su viejo amigo y tratando de dificultar el viaje porque no le apetece en lo más mínimo asistir a las exequias. Una vez allá, obligado a pronunciar un discurso, simula una enorme pena para, a continuación, acercarse al cadáver como para besarlo y aprovechar para extraerle un poco de sangre, pues tiene la teoría de que en realidad no es su padre verdadero, hipótesis cuya veracidad se demuestra días después con el correspondiente análisis. En realidad House es un bastardo, su verdadero padre es el lechero. En ese momento Wilson llega a desear profundamente matar a House.


Al regreso, tras un largo silencio lleno de ira reconoce la verdad ante el tribunal de sí mismo. "Eres detestable, House, pero desde que murió Amber (su novia) hace dos meses, no me había divertido ni una sola vez como hoy lo he hecho contigo. No puedo prescindir de ti, aunque me pese". Dijo el príncipe de los filósofos, Friedrich Nietzsche, no estar dispuesto a "tomarme en serio a nadie que no haya sido capaz de hacerme reír" Por eso he dejado a Kant y veo a House, es lo más filosófico que se me ha ocurrido decir hoy.


4. La comunidad escolar se encerró la pasado noche en el instituto. Carteles reivindicativos, cena comunitaria, algunos gritos... El motivo es el que ha motivado toda la corriente de encierros, protestas y movilizaciones de todo tipo que se vienen llevando a cabo en el País Valenciano desde hace meses: la nefasta política educativa de la actual Conselleria. Vamos camino de una gran manifestación, el sábado de la siguiente semana, y de una gran jornada de huelga. Si conseguimos algo, mejor, si no, nos hemos divertido. Al menos, la otra noche.





5. El próximo miércoles, a las siete y media de la tarde en la Casa del Libro de Valencia, nuestro querido Justo Serna (consulta su blog), estrena su último libro, Héroes alfabéticos, una serie de escritos sobre la trascendencia que para cualquiera de nosotros han ido teniendo algunas tramas, personajes o escenarios míticos de la novela moderna. Dado que colaboro en la presentación no puedo por más que invitaros a todos al evento. Lo pasaremos bien y habrá copita de champán.






6 comments:

Justo Serna said...

Muchas gracias, sr. Montesinos. Lo pasaremos bien. Y yo me rendiré a su ingenio.

Carles Esquembre said...

Hey tio

He revitalitzat el meu blog! Sería un honor que li feres una visita si tens temps.

Estic de acord en lo que dius del Doctor House i lo important que es aprendre a riure de un mateix.

Vinga màkina, estem en contacte!

Anonymous said...

Gracias a usted por invitarme a su presentación, me lo paso muy bien leyéndole.

Enhorabona, Carles, pel cómic, recomane a tot el mòn el seu visionat. Linkeje en breu el teu cómic. David.

Anonymous said...

No se si viste la película televisiva que emitió Antena 3 el jueves sobre los últimos días del dictador, una auténtica porquería, tediosa e insoportable. Pero no fue esto lo peor, la figura del genial Manuel Aleixandre casi sobredimensionaba a Franco, un pobre anciano enfermo y maltratado que oculta a uno de los mayores tiranos y genocidas del siglo XX. Esa es la imagen que nos queda; como la del rey, protagonista absoluto de la Transición, mente genial consciente de las necesidades del país que verá con lucidez el camino glorioso que nos conducirá a la democracia. Patética Antena 3

Claro, hay que ser vasco para entender lo mucho que han sufrido nuestros hermanos del norte, solo ellos, los abertzales, fueron perseguidos por los “nacionales” cuando España se hizo una, grande y libre. Lo peor de todo lo que rodea al mundo etarra es esa especie de mafia que han generado en las tierras del Goyerri y demás, un entramado que les da abundantes réditos. Sospecho que sus reivindicaciones políticas encubren la defensa de posiciones de privilegio que no estarán dispuestos a abandonar.

He leído hace poco “Viaje al fin de la noche” de Celine, obra impresionante, de feroz nihilismo, escrita por un personaje trágico perseguido como colaborador de los nazis. Hay un comentario sobre qué es la filosofía que me permito incluir como contribución a este día internacional: “Filosofar no es sino otra forma de tener miedo y no conduce sino a simulacros cobardes”.

En mi instituto también ha habido encierro contra el conseller pirómano y su señorito. Pese a la oposición del ala derecha del profesorado, el asunto, con cena, pancarta y lectura de manifiesto, fue un éxito. Incluso salimos en el Levante.

Oye, una cosa. Me parece ver en la foto un personaje de cabeza sobresaliente con el puño en alto. Si mi cansada vista no se equivoca, me sumo al gesto: “Basta ya de tutela odiosa, que la igualdad ley ha de ser, no más deberes sin derechos, ningún derecho sin deber”.

Me gustará estar en la presentación del libro de Serna.

Anonymous said...

Eres obviamente bienvenido a la presentación del libro de Serna. Haré un poco de "spoiler" y adelantaré que su lectura merece mucho la pena. Inteligente pero no solemne, divertido pero no trivial... de verdad creo que harás bien comprándolo y añadiéndolo a tu más que repleta estantería. Empieza a las siete y media.
La frase de Celine es difícilmente compartible. Creo que es irremediable tener miedo, todos tenemos miedo. La cobardía es otra cosa. La reflexión filosófica coge distancia sobre la pura cotidianeidad, pero no para huir de ella, no para disimular la incapacidad para asumirla, sino para verla desde una perspectiva más precisa y enriquecedora. Creo que es mucho más cobarde el que, bajo la excusa del "no me comas el tarro" o "yo me ocupo de mis asuntos y no de filosofías que se las lleva el viento", elude cuestiones fundamentales y que considero una obligación hacerse. Y no me refiero a aquello de si Dios existe o de donde venimos y a donde vamos, sino más bien a si me he ganado los derechos de que disfruto, si tengo autoridad moral para denunciar en los políticos lo que yo acaso no sería capaz de hacer o si es aceptable seguir escribiendo poemas y blogs después de Auschwitz...Nos veremos el miércoles.

LEC said...

Cuando nací, Franco ya había muerto... De todos modos, la huella de su paso por este mundo la percibí, sobre todo, en mi abuelo Miguelallo, un hombre que combatió en la GC por iniciativa propia, defendiendo la bandera republicana. Las balas que nunca le hirieron dejaron en él mucho dolor y resentimiento. A pesar de todo lo vivido, nunca me inculcó odio ni rencor hacia quienes discreparan de mis ideas... Todo lo contrario. De él aprendí mucho, sobre todo lo que significa la esperanza.