HÉROES Y VILLANOS
1. Es poco lo que en este blog puedo añadir a todo lo que se viene diciendo desde hace días en el blog de Justo Serna -aquí lo tenéis linkeado- respecto a la presentación de su último libro Héroes alfabéticos. Por más que yo me haga el listo en la animadísima tertulia a la que dan lugar sus blogs, debo reconocer que me sorprendió extraordinariamente que me invitara a la presentación en La Casa del Libro. Soy algo más joven que los otros tres que se sentaron a la mesa -el propio Serna y los otros dos presentadores, Anaclet Pons y Francesc Vila-, conozco personalmente al autor desde hace relativamente poco tiempo, no formo parte del gremio de historiógrafos y, sospecho, no tengo una historia personal que me haga merecedor de una gran confianza.
Esto último debo explicarlo. Justo Serna no me conoce tanto como para suponer que con toda seguridad no hubiera acudido borracho al acto, en cuyo caso le hubiera empastrado la presentación. Tampoco sabe que mi vocación frustrada es la de payaso -estoy hablando totalmente en serio- y que, en una circunstancia como la del pasado miércoles en La Casa del Libro, hubiera podido sobrevenirme la tentación de ponerme a soltar gilipolleces. Por suerte, entendí hace muchos años que no tengo tanta gracia como para montar números así, y que, después de todo, tampoco mi ansia de protagonismo es tan incontenible como para no entender -creo que es una pura cuestión de cortesía- que a quien vienen a ver los asistentes es al autor.
Hablando del autor, creo que hay algunos prejuicios que convendría desactivar. Héroes alfabéticos es un ensayo inteligentemente divertido. Lo de "inteligente" le parece bien a todo el mundo, lo de "divertido" tiene cierta mala fama. Añadan a la pinta seria y sesuda que -cuando no se le conoce, y sobre todo, cuando no se le lee ni se le escucha- presenta Justo Serna el hecho de que el libro haya sido publicado por la Universitat de València, y puede uno hacerse la idea de que si lo adquiere va a pasarse un par de domingos de frío aguantando un rollo plomizo y culterano sobre los literatos que se ha empapuzado el autor.
Y entonces, uno empieza a leer... "Nos multiplicamos con personajes y con relatos que sin ser nuestros nos interpelan y nos conmueven( ...) Leer puede ser un acto tan creador y esforzado como el de escribir, porque cuando lees y lees con denuedo, con perseverancia, con exaltación ávida y adolescente, te nutres, te expresa de manera vicaria, te rehaces con las experiencias de otros para adensarte interiormente y para hacerte más rico y expansivo."(pp.17)
La imagen de la lectura como una oportunidad, como una suerte, eso que mi padre tuvo tan claro de niño, cuando un libro era un lujo casi inalcanzable, alcanza un poder inmenso de la mano de Serna en pasajes tan luminosos como éste "Todavía hay narradores que describen y observan el mundo con furia, con la convicción firme de estar abarcando precisamente las dimensiones de lo real. Hay escritores en cuyas historias aún se aprecia la nostalgia de los viejos maestros, de esos grandes creadores dotados de riqueza inmaterial y capaces de reconstruir la dimensión exacta del mundo , de hacer el depósito de su imaginación."(pp.18)
Me formé haciendo eso que llamaban en los ochenta "radio libre". Tuve muchísimas noches la sensación de que, mientras hablaba al micro, (recuerdo una noche de Navidad así, allá en estudio de la Calle Garrigues), era perfectamente posible que ni una sola persona me estuviera escuchando. Explicando el cogito cartesiano a mis alumnos, ese "yo pienso", única certeza absoluta que puedo permitirme, me he acordado a veces de aquellas noches en Radio Klara. Eso, y la sensación de que para obtener hoy en día la atención de un grupo de adolescentes hay poco menos que bailar una sardana desnudo sobre la tarima -creo que hacen algo así en algunas telediarios del Este de Europa, poner a alguien dando el tiempo en pelotas para que no baje el share- me ha hecho vivir absolutamente obsesionado con la necesidad de no aburrir. Quizá mi intervención en la presentación del miércoles fuera algo corta, como me han comentado, quizá el libro merecía una lectura más enjundiosa y profunda que la que yo hice. Pero no hay nada que me asuste tanto como un oyente deseando apagar la radio... Como le dicen los marcianos a Woody Allen en Recuerdos de una estrella, cuando bajan de la nave y éste les exige que le digan cuál es el sentido de la vida, estos le contestan que no lo tiene y que si quiere hacer algo bueno por el mundo lo que le conviene es ingeniárselas para contar mejores chistes.
Lo pasé muy bien el miércoles, lo pasé mejor todavía leyendo el libro de Justo Serna, Héroes alfabéticos, pero ¿saben?, incluso de algunos de los momentos más dolorosos de mi vida, lo único que me ha parecido verdaderamente memorable no ha sido una intervención académica y sesuda... ha sido más bien el golpe de humor producido por una frase a contracorriente de alguien que se expuso a la censura de los cruzados contra el humor, el resbalón por piel de platano del tipo más serio o el premio obtenido y que alguien por error cambió en el último momento por el objeto más absurdo. Presentí el miércoles una corriente de afecto hacia el escritor muy intensa, muy extendida, entre quienes asistieron al acto. A algunas personas se les escucha porque son capaces de enseñarnos algo, pero también porque consiguen, sin proponérselo, que mucha gente les quiera bien. Si tienen la grandeza de asumir que en esto último reside parte de su éxito, retendrán a su audiencia y podrán seguir siendo algo más que un Descartes solitario en una cabaña en medio del invierno hablándole a una estufa. O a un micrófono.
2. El sábado, último día de noviembre, la Plataforma per l´ensenyament públic, que no es otra cosa que la representación de la totalidad de la comunidad educativa, salió masivamente a la calle para manifestarse contra la devastadora política educativa del gobierno autonómico. El Conseller de Educació del gobierno del País Valenciano, don Alejandro Font de Mora, se tuvo que comer una movilización popular de esas que no se recordaban casi desde tiempos post-dictatoriales. Cuando la derecha española llega al poder, hace falta tan solo un gesto obsceno de soberbia, una cacicada esperpéntica como lo de la Educación para la Ciudadanía en inglés para que la gente se dé cuenta de que les importa un comino la educación, de que tienen perfectamente asumido que la red publica escolar no es más que un estorbo cuyos gastos hay que economizar, que los niños -ellos que dicen tanto creer en la familia- son rehenes ideales de cualquier mezquina contienda partidaria, de que aquello que no produce una rentabilidad inmediata debe ser minimizado y despreciado... La mamarrachada de Citizenship no es en realidad más que un síntoma. La gestión de la educación -que no solo ha sido maltratada por el PP, no se engañen- requiere manos expertas y serias... De alguna manera, los ciudadanos deberíamos saber que son hombres buenos los que planean y administran el futuro de nuestra sociedad. Todos mis esfuerzos, todos mis proyectos, todo lo que he realizado y lo que me quede por realizar, aquello que alguna vez me ha parecido importante... todo quedará alguna vez en manos de los críos que mañana mismo oiré pegar gritos sobre el campo de fútbol del instituto. Que sean las tempestades quienes vuelvan baldía toda esa tierra hecha de sueños, que no sea un hatajo de petimetres que creyó, un día, que la mayoría absoluta les permitiría hacer lo que les diera la gana con todos nosotros.
12 comments:
¿No fue Gracián el que dijo aquello de que las presentaciones, mejor breves? Los historiadores tienen más tendencia a enrollarse. No aburrir es otra de mis obsesiones, hasta el punto de que acabo amargado en demasiados días por la sensación de que, una vez más, he fracasado en mi intento. Leer un libro como el de Serna, y estoy en ello, es un buen lenitivo para superar nuestras lamentables derrotas cotidianas.
Decía Cioran que “las religiones son cruzadas contra el humor”; habremos de deducir que Font de Mora es uno de esos cruzados empeñados en cabrear a todo el mundo. Estuve ayer en la manifestación, a mi entender un completo éxito. Esta vez no van a poder obviarnos, al menos sabrán que hay mucha más gente de la que creen dispuesta a no dejarse manipular.
No dejes de contar tus impresiones sobre el libro. Creo que hay bastante que hablar sobre el asunto y sobre las distintas implicaciones que van surgiendo de sus capítulos. Atención por ejemplo a la "v" de vampiros. Por cierto, sospecho que compartes mi sugerencia de que la "t" hubiera debido ser para Tintín o, en todo caso, para el Capitán Trueno. David.
David, no sabes cuánto agradezco tus palabras. Cuando otro habría resuelto rápidamente el expediente con una faena de aliño tú te muestras ingenioso y exacto (en el tiempo que empleaste y en lo que dijiste). No sólo eso: regresas para insistir en una amistad nueva, sobrevenida. Con coña, además.
Gracias.
David, no puedo irme de esta página sin decirte algo: estuve allí ese día y tu intervención fue muy divertida. Aunque, para serte sincero, no sé si es que fue divertida o que relucía al compararla con los truños que soltaron a continuación (ejem, sustituyamos "truños" por "discursos cargados de un indudable interés pero un poco áridos en su forma", para no herir sensibilidades). Hay que decir que, vista la reacción del público, a muchos les gustaron esos truñ.. discursos. Por cierto que estaba la Casa del Libro hasta arriba, me sorprendió, y me sorprendió todavía más la edad de los asistentes: la mayoría de ellos tenía la edad que puede tener... no sé... digamos, un alumno de historia.
En fin, que me voy por las ramas: que eso, que lo tuyo muy bien.
De la "educación para la ciudadanía" no me quiero poner a hablar que bastantes tonterías se han dicho ya.
Gracias a ti, Justo, de nuevo, por invitarme, lo pasé muy bien pensando en los días anteriores de qué manera ayudar a que la tarde resultara grata para todos. Siento que no vinieran mis alumnos, pero andan cargados de exámenes.
Álvaro, te agradezco tus amables palabras, aunque no estoy de acuerdo en lo de "truños". Veamos, a mí me parece que la intervención de Francesc Vila fue densa y, por momentos, gozó de sentido del humor.Además hubo momentos de gran precisión y creatividad en su retórica. A mí no me sobró nada de ella. En la de Anaclet Pons, lo único que reprocharía es la introducción con aquello de "seré breve" y lo de que "no me gustan estos actos", que le daban como un aire de cierta suficiencia. Creo que solo fue el aire, no me parece que corresponda a una manera de ser, aunque tampoco le conozco personalmente. En cualquier caso algunas de sus impresiones me iluminaron aspectos importantes de la lectura del libro de Serna. Por otra parte, su parte de culpa en muchos trabajos de Serna que he leído y admirado es, por lo que sé, decisiva.
ejem, que yo al final no he dicho "truños" si no "un poco áridos" :)
Hola David!
Acabo de leer tu comentario en mi blog. Muchas gracias por visitarme! Siempre es agradable leer todas tus reflexiones. Te invito y animo a que sigas visitando mi blog y así poder seguir aprendiendo siempre a través de tus comentarios.
Gracias!
Un abrazo!
Buenas David, me pediste información sobre Bolonia, y he econtrado una canción que esta triunfando bastante entre los universitarios:
http://statuesque.es/no_blog/phpbb3/viewtopic.php?f=12&t=116
(Solo tienes que darle al link y abrir..)
Resumen de Bolonia con humor y melodia xD
Siento no haber podido ir a la presentación del libro... a la proxima me apunto!
Salut!
Gracias,Alba, lo abro de inmediato. Casi a diario se publican cosas sobre Bolonia por ejemplo en El País. En ocasiones tengo la sensación de que sois un poco como los judíos que llegaban a un campo de concentración y entraban en un lugar con duchas pensando que lo saldría sería solo agua. La desinformación me produce pánico, y es una de las formas más peligrosas de ejercer el dominio.
Hola, buenos días, y gracias de nuevo, David, por mantener esta ventana abierta a la actualidad de cualquier tipo, y por hacer de la información algo deglutible, nada que ver con áridos truños que se hablan o escriben. No pude ir a la presentación del libro pero es como si hubiese asistido: buena reseña del libro (tan buena que me ha motivado a comprarlo, pide comisión, David) y comentarios sobre el desarrollo del acto, fotografía incluida. Por cierto, soy compañero de Francesc y creo que ha habido un error con sus apellidos pues se ha omitido el primero, ¿no?
Un cordial saludo y bon día.
Manuel
Gracias, Manuel, siento que no viniera usted al evento, en especial teniendo en cuenta la copita de champagne con la que se nos agasajó a todos los presentes. No conocí al señor Vila hasta este verano, de manera que no sé nada respecto a sus apellidos, aunque creo que algo se aclara en el blog de Serna.
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