Friday, December 04, 2009






EL SÍNDROME DE TÚNEZ



Yo descubrí un síndrome. No quise por humildad -ya saben que me crié con los curas- ponerle mi nombre. Sin embargo, si repasan los catálogos de síndromes, fobias y complejos de wikipedia, se encontrarán cosas tan estrambóticas como la "rusofobia", que se define como la fobia a los rusos, o la "hippopotomonstrosesquippedaliofobia", nombre con el que se designa a la fobia a las palabras largas. De manera que, pese a mi modestia, no me opondría a que alguno de ustedes incorporara el síndrome con mi nombre a la cyberenciclopedia universal, pues parece que por allí admiten cualquier gilipollez. Me gusta imaginarme -disculpen la vanidad- al Doctor House diagnosticando a gritos mientras el paciente se convulsiona y lanza espumarajos verdes por la boca:



-"No puede ser lupus si los espumarajos son verdes: ¡Es un Montesinos clarísimo, hatajo de idiotas!"









Voy a conformarme con llamarlo Síndrome de Túnez, aunque no descarto cambiárselo por el de Síndrome del Turista Paleto. El descubrimiento proviene del relato de horror que escuché hace largos años sobre el viaje que hizo a Túnez un antiguo conocido. Desconozco las razones que empujaron a aquel cenutrio a embarcarse en una expedición a tierra sarracena, cuando muy bien hubiera podido hacer uno de esos viajes marujones al Vaticano con la parroquia, o uno de esos cruceros donde lo más emocionante que te pasa es que te vistes de bucanero gay -tu esposa de putilla de los Mares del Sur- en la fiesta de disfraces que celebra el Capitán. Pues no, señor, alguien le metió en la cabezota que en Morilandia no sólo había ladrones, terroristas y violadores... y como además salía bien de precio. El viaje le salió barato, sí, pero por lo visto también le dejó una huella profunda. Recuerdo la mirada de pavor con la que refería su odisea:


-"Túnez es un infierno... pobreza y suciedad por todas partes... no había sitio donde no intentaran estafarte...la comida era asquerosa...miran a las mujeres como si nunca hubieran visto una... todo estaba lleno de lisiados y enfermos..."

Este tipo de historias para no dormir las escucha uno con frecuencia por ejemplo de quienes tienen la ocurrencia de viajar a Cuba: "mira, yo no soy sospechoso de ser de derechas, pero, caramba, es que están muy mal, y al tío Fidel ya le vale... No paran de salirte mulatos ofreciéndote de todo. No me gustó La Habana la verdad, solo hay miseria."

En ocasiones me pregunto qué demonios espera la gente encontrar cuando hace turismo por eso a lo que suele llamarse el Tercer Mundo. Si no hubiera ladrones en las aceras, si los metros llegaran a hora y no estuvieran sucios, si los médicos te atendieran pulcramente cuando enfermas o si no te entrara diarrea con los picantes, entonces no se llamaría Tercer Mundo, serían países opulentos e hiperdesarrollados. El problema entonces es que no habría negros abanicándote ni los precios serían baratos ni resultaría todo tan pintoresco, aparte de que haría un frío de cojones, los mojitos serían cerveza, las playas no tendrían palmeras y estaría usted en Hamburgo y no en el Caribe. Y para colmo, si se le ocurriera buscar prostitutas quinceañeras probablemente acabaría en una lóbrega mazmorra, no como en esos lugares donde se vive justamente de que usted vaya de putas.

Creo, mojitos y playas tropicales al margen, que con este asunto hay un leve toque de islamofobia. Y aquí sí me pongo serio. Yo he visto a gente ponerse muy nerviosa en Estambul porque obligan a las mujeres a ponerse un pañuelo en la cabeza para entrar a la Mezquita Azul o nen Casablanca porque al conductor de un taxi le dio por ponerse de rodillas a orar cara a La Meca cuando se escuchó la llamada del Almohacín. He estado -menos de lo que me habría gustado- en algunos países árabes y mi conclusión es que la cantidad de desaprensivos que intentan engañarte o robarte es similar a la de cualquier reino de la Cristiandad. Ni siquiera diría que esa cantidad es directamente proporcional a la pobreza dominante: muy al contrario, donde hay más opulencia tiende la gente a ser más insolidaria.






Viene esta reflexión al hilo de la consulta ciudadana que el Partido Popular de Suiza ha conseguido tras recabar miles de firmas con la intención de prohibir la construcción de minaretes en el país. Como sabemos, las mezquitas suelen acompañar su construcción de este tipo de torres que son visibles a distancia. Pocas imágenes hay grabadas en mi memoria tan bellas como la de los cientos de minaretes que se recortaban en el cielo del atardecer de Estambul desde los puentes del Bósforo... pero lo que a mí me parece pura belleza a los conservadores suizos les resulta amenazante y terrorífico. No obstante, en la propaganda que difundieron para lograr el referendum aparece una mujer con el velo puesto respaldada por minaretes con forma de misil. En esa publicidad se lanzaban preguntas del tipo: "¿quieres ser lapidada?" o "¿quieres que te corten la mano?"


En Suiza un veinticinco por cien de la población es de origen extranjero. De entre los credos no cristianos, el que cuenta con mayor número de practicantes es el islámico, debido al abundante contingente de población proveniente de Turquía. Al parecer, muchos ciudadanos temen que la nación de los Alpes esté viviendo una gradual y silenciosa islamización. Curiosamente, no parece que los impulsores de la consulta preparen algo similar respecto a los templos de otras religiones que, como la hindú, la hebrea o la budista, también están diseminados por el país. Personalmente, no tengo mejor ni peor opinión de tales credos que la que tengo del musulmán -cosa que hago extensiva al cristianismo-, pero sí tengo mala opinión de la Cienciología, que me parece una broma de mal gusto y una organización de timadores, y que sin embargo también cuenta con iglesias en el país, unas iglesias que tampoco serán objeto de ninguna consulta de este tipo.




No tengo ninguna duda de que lo que pretenden los ideólogos de este desagradable asunto es atraer el voto del miedo y remover los bajos instintos de la gente. Hubo un gobernante -de nombre Adolfo Hitler- que demostró verdadera maestría por tierras centroeuropeas en eso de convertir el temor a los distintos en una excusa para presentarse como Salvador de la pureza de la Nación y de la Raza. No veo grandes distancias entre los procedimientos para manipular y movilizar a las masas de aquel tiempo y lo que ahora se pretende. No estaría mal, por cierto, por si se nos ocurre que este asunto es insignificante, que nos pongamos en la piel de los miembros de una minoría extranjera cuando son acosados de esta forma. Ayer mismo, desde mi balcón escuchaba el altavoz del coche de un partido minoritario de ultraderecha que llamaba a los lugareños a manifestarse contra la presencia de inmigrantes, los cuales están al parecer quitándonos a los españoles el trabajo en tiempos de crisis. Me vienen a la cabeza los numerosos alumnos, por ejemplo de origen hispanoamericano, que tengo en los pupitres del Instituto.


Debe ser intelectualmente confortable entregarse al juego de quienes padecen en algunos de sus tipos el Síndrome de Túnez, que consiste en seguir creyendo, mil años después de las Cruzadas, que la tribu de Ismael se extendió por el mundo para crear problemas. Yo creo que es bastante más sencillo: el Islam, al contrario que otras culturas no occidentales, es tenazmente refractario a los valores de Occidente -los buenos y los malos- y eso convierte al árabe en un personaje particularmente viscoso cuando emigra o cuando nos recibe. Como dijo un humorista de la tele: "¡Si quieren beber té que se vayan a su país!"

Yo podría no obstante ponerme tan imbécil como aquel primer caso que detecté del Síndrome de Túnez. Se me ocurre pensar entonces que Suiza es un país particularmente odioso. Absolutamente escrupuloso con la legalidad, seguro que te empapelan si te pillan fumando un porro o te aplican la ley de vagos y maleantes si andas por ahí sin ocupación fija, pero eso no les impide haber forjado su obscena prosperidad económica gracias a una maquinaria del mal perfectamente legalizada y absolutamente dañina para el mundo como es el secreto bancario. De ello se benefició especialmente el nazismo. Esa prosperidad, por cierto, tampoco sirve para evitar brutales contrastes de renta per capita entre los suizos de origen y la población inmigrante... aunque ya se sabe que para que la casa resplandezca alguien tiene que hacer el trabajo sucio.




No se preocupen, no sigo: las encuestas indican que la mayoría de los ciudadanos suizos no secundarán el proyecto de acabar con los minaretes. Son además muchas las asociaciones que han protestado enérgicamente en el país denunciando el ejercicio de racismo que todo este asunto tan turbio está intentado activar. Ya lo ven: no hay manera de declarar a un país como maldito, ni siquiera a Suiza. Mejor no perder el tiempo con maximalismos: uno siempre se equivoca con ellos.




Por eso hay inmigrantes turcos en Suiza, no sé si nos acordamos. Y hablando de acordarse: ese país está lleno de hijos de la inmigración española. Por fortuna, las iglesias católicas no tienen minaretes como las mezquitas de Suiza. O las de Túnez.

12 comments:

Anonymous said...

Justo Serna said...
Por favor, no dejen de leer el comentario que David Montesinos ha puesto en mi blog. Simplemente genial.

10:00 PM

Marta I. Moreno Pizarro said...

Fantástico post, revitalizador y contundente pero de lectura dulce, como beberse una copa de mistela. La islamofobia se nutre sutilmente de generalizaciones lejanas al rigor, algunos defectos epistemológicos de lo más humanos (como la verificación crédula) y una gran renuencia a abrir la mente en lo que a antropología inversa se refiere. A las febriles discusiones sobre el hijab (que no chador) me remito, que son un ejemplo que siempre he visto de cerca por haber tenido alumnas musulmanas de diferentes procedencias y formas de vivir su Islam. En todas ellas aparecían argumentos que, vueltos sobre otros ideales y realidades socioculturales (si es que pueden nítidamente diferenciarse "unos" y "otros" -entrecomíllese ahora también lo de "otros ideales y realidades socioculturales", que es una expresión sospechosísima de vacuidad y prejuicios), esos argumentos, decía, podían convertirse en potentes argumentarios para denostar firmemente, por ejemplo, los zapatos de tacón. En fin, te dejo el link de un texto que quizá ya conozcas y que tenía en mente al acabar de leer tu post:

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=84362


Por cierto, seguro que ya sabes que estoy curioseando (informalmente, de momento) en esto del blogging, sobre todo en lo que tiene de red social. Y la verdad, no dejan de sorprenderme:

Anonymous said...

Justo Serna said...
Por favor, no dejen de leer el comentario que David Montesinos ha puesto en mi blog. Simplemente genial.

Las formas publicitarias de la tv son altamente invasoras, por lo visto. ¿Esto no es como cuando en un programa (¡incluso un espacio de noticias!) se anuncia lo que va a suceder en otro programa de la cadena? "Si le interesó lo que dijo..., no se pierda sus anteriores y reveladoras declaraciones en..." O también, como en Amazon: "otros clientes que compraron este libro también compraron...". No lo censuro en absoluto, que conste: no tengo aún criterios ni para que me parezca bien ni para que me parezca mal. Es sólo que me ha causado cierta perplejidad, porque el comentario de Anonymous said que Justo Serna said rebasa el nivel de proactividad al que estaba acostumbrada a ver en el afán por conectar la lectura del propio blog a otro (está bastante más allá, por ejemplo, de poner links a otros blogs en el blogroll). Es curioso, la verdad... Tendré que empezar a preguntar.

¡Cuídate!

David P.Montesinos said...

Es conveniente precisar, no ya por ansia de erudición como por no caer en el mismo vicio de opinar desde la osadía de la ignorancia que yo mismo critico en el blog. En efecto, el nombre correcto, o más correcto, es el que Marta utiliza. El hijab no es lo mismo que el xador ni lo mismo que el niqab ni, por supuesto, lo mismo que el burka. El hijab viene a ser eso a lo que yo llamo "pañuelo" y que te piden ponerte en los templos, aunque en ocasiones se llama así al "velo" que cubre la cara y deja fuera solo la mirada. El xador es más bien una prenda de cuerpo entero que, al contrario que el niqab, no necesariamente cubre la cara. Da igual en cualquier caso porque se me va a volver a olvidar, pero es sano el ejercicio de informarse sobre la complejidad de realidades culturales que tenemos tendencia a simplificar. De hecho, definimos el hijab como una cosa, una prenda determinada, cuando en realidad su campo semántico es bastante más abstracto, y remite al precepto islámico de la ocultación de ciertas partes del cuerpo. Hyjab parece consistir en el acto de ocultamiento, ante el cual -estoy pensando en Parménides y en Heidegger- el poder del desvelamiento, del desciframiento del secreto, se convierte en privilegio exclusivo. Será machista y todo lo que queramos, pero no es desde luego imbécil ni prehistórico ni motivado solo por el salvajismo. El poder civilizador -en toda la extensión del concepto- del islam me parece incuestionable.

Me parece bien la analogía con los tacones occidentales, aunque no estoy seguro de que debamos considerarlos una "esclavitud" (No digo que el hyjab lo sea)Creo que una mujer adulta debe saber lo que hace con su cuerpo, y que llevar tacones, sobre todo cierto tipo de tacones, habitualmente puede generar dolencias de espalda, lo mismo que fumar puede joderte los pulmones. En cualquier caso conviene mirarse en el espejo con ojos ajenos. Yo,por ejemplo, siempre me he preguntado porque convertimos la belleza en una tiranía tan grande como para convertir una tortura -además muy poco higiénica- como la depilación en una exigencia, hasta el punto de que dejar de depilarse se convierte presuntamente en síntoma de depresión.

Lo del mensaje anterior no es en realidad un anónimus. Justo Serna firma siempre sus intervenciones, pero como aparece en el post anterior, justo cuando yo ya acababa de publicar éste, he optado por copiarlo en los posts de hoy. No estoy en contra de la publicidad y de que los amigos se promocionen unos a otros, sobre todo si a uno le gusta lo que sus amigos hacen. Justo Serna me ha tratado siempre con una inmensa generosidad y es un tipo del que he aprendido muchas cosas. Recomiendo, una vez más, su blog a todo el mundo, especialmente por el tema que trata en estos días.

Anonymous said...

Si la religión católica en occidente, hace gala de una moderación que pudiera considerarse inusitada si tenemos en cuenta su historia y sus hazañas, es ni más ni menos porque mucha gente, aun arriesgando su libertad y hasta su vida, les hizo frente sin poquedad. Con todo, siguen siendo la institución mas poderosa del primer mundo, y sus tácticas de penetración la envidia de cualquier agencia de inteligencia.

El Islam, aún carece de un frente de resistencia, y si su evolución en el tiempo es semejante al catolicismo, al menos en 500 años no deberá preocuparse por la presión de la intelectualidad en los pueblos que domina. Estamos ante una religión atroz sin oposición alguna para difundir sus gilipolleces y miserias, solo falta, que en occidente, donde se ha padecido y combatido al catolicismo, se le abran las puertas de par en par para que amplíen su franquicia.

Me parece estupendo que construyan minaretes siempre y cuando lo paguen con su dinero, que los practicantes se den cabezazos contra el suelo mirando a la meca, al igual que los católicos canturrean sus canciones y pierden el sentido del ridículo con cada pecado reconocido ante el cura, pero que no pasen de ahí... que no exijan dietas especiales en los centros públicos, que las niñas y señoras se quiten los trapajos de la cara cuando acudan al colegio o un juzgado y sobre todo, que no esperen comprensión para su objetivo es expandirse.

Cada vez que una religión sale vetada en una consulta popular, lo único que se demuestra es la inteligencia colectiva de los participantes, seguramente nos llevaríamos una sorpresa si se hiciera la misma pregunta con los símbolos católicos o de cualquier otra religión, aunque, en realidad, lo que la gente esta pidiendo y expresando, no es que se prohíba la construcción de un minarete, o una fachada con una cruz de 20 metros si fuese el caso, si no que el oscurantismo religioso abandone de una vez por todas su empeño por seguir presidiendo la vida social para recluirse en la intimidad de sus adeptos.

La ignorancia en las lecturas, esta consiguiendo que el catolicismo vea una oportunidad para invocar al espíritu del cruzado, cuando lo correcto, si los intelectuales supieran interpretar al pueblo, sería asestarle un mazazo definitivo al mundo religioso para expulsarlo de una vez por todas de los ámbitos de poder en Europa.

M.A

David P.Montesinos said...

Comentario apasionado y polémico, que le agradezco, desde luego. Veamos. Estoy de acuerdo en la conclusión de que la teocracia debe ser pasado de una vez por todas en Europa y en el mundo. Si por algo merece la pena ser europeo es precisamente porque fue en el corazón del viejo continente dondo,primero con el luteranismo y después con la Ilustración(simplifico mucho, desde luego) se adoptó como un principio fundamental la libertad de pensamiento, la cual ya no será simplemente tolerada, como en algunas épocas, sino que su capacidad para generar disenso se convierte en elemento clave del funcionamiento de las instituciones y de la convivencia. La ruptura entre Iglesia y Estado se convierte pues en el elemento decisivo para el desarrollo de la cultura democrática, una cultura que no termina nunca de implantarse del todo en la medida en que, en países como el nuestro, el poder de las instituciones católicas continúa infiltrado en las instituciones, lo cual me parece una desgracia.

A partir de aquí, creo que su consideración del papel de las religiones en la construcción de la identidad de los pueblos me parece demasiado maximalista. Hay muchas cosas del islam, o de los distintos islam que conozco, que no acabo de entender, o, para evitar eufemismos, que no me gustan y que me parecen enteramente rechazables. Tal cosa me ocurre también con los distintos credos católicos. Sin embargo, jamás diría que una u otra son religiones "atroces". Algunas de las personas con un mejor mapa moral que conozco son creyentes. No es mi caso, creo que se puede ser decente sin la fundamentación de la fe, y mejor, sin la obediencia a preceptos, liturgias y autoridades que siempre me parecen sospechosas... En cualquier caso la vida de esas personas no me parece atroz... y tampoco me atrevo a decirlo de las vidas de miles de millones de seres humanos que viven dentro de estos credos.

Me gustaría también dejar claro que mi objetivo no es defender los hábitos islámicos. Creo que el referendum, más que una persecución religiosa, es una expresión de xenofobia con intención de alcanzar rentabilidad política, algo que los partidos reaccionarios europeos han convertido en estrategia electoral en primer grado. No creo que se construyan mezquitas para "expandirse", sino más bien para sobrevivir. Y para hacerlo dignamente y en libertad.

Lo creo de veras, gracias por escribir.

David P.Montesinos said...

Credos católicos solo hay uno, precisamente eso le define en el seno del cristianismo. Quise decir los "distintos credos cristianos"

Orson West said...

La iniciativa es sospecha desde el momento que está presentada por un partido populista, nacionalista y xenófobo. Creo que Suiza ha dejado ser aquella Suiza que conocieron mis padres neutral, multicultural, abierta...

En otro orden de cosas...Nuestro proyecto va muy en la línea del título de tu blog: territorios áridos, bandoleros... Pero es curioso que saques el ejemplo de LOST IN LA MANCHA... Me lo han comentado varias personas ya, y no la había visto hasta entonces pero la verdad es que la peli tiene un "bouquet Lost in La Mancha"... Creo que la diferencia es que en el que caso de Gilliam es una película-fracaso, y ésta es una película fantasma-leyenda...
De hecho, al parecer Gilliam retoma la peli ahora con Robert Duvall en el papel de Don Quijote... aunque esta vez sin Deep... Comparto contigo que es de lo mejor de Gilliam, aunque al principio pensaba que era simplemente una estrategia para encontrar financiación.
Un día hablamos de ella en el blog!!!

PD: Si Sartre levantara la cabeza y viera Túnez!!!!

David P.Montesinos said...

Orson West es el nick del caballero que va a realizar un proyecto cinematográfico interesantísimo sobre los garbeos que el director de Ciudadano Kane se pegó por tierras alicantinas para una de sus películas en España. Estad pendientes del blog que ha abierto para informar sobre el tema. Y gracias, querido Fran, por pasarte por aquí y por tu amistad. Voy a seguirte los pasos, no te quepa duda.

David P.Montesinos said...

Podéis encontrarlo en la siguiente dirección.

http://orsonwest.com/

Orsonwest said...

Gracias David por tu apoyo... Ha llegado a mis manos una cosa que creo que te va gustar... Es un libro de fotografías de psiquiátricos abandonados: "Asylum" de Chris Payne... El prólogo es de Oliver Sacks. Dále un vistazo a las fotos.
http://www.asylumbook.com/

notorius said...

No tengo remedio. Iba a hablar de Suiza, un país que siempre me ha parecido un gheto (para gente pulcra, claro), pero al leer los comentarios y pensar en el proyecto de Ruvira, por asociación de ideas me ha venido a la memoria una frase de Orson Welles en "El tercer hombre", que dice más o menos así, refiriéndose a Suiza: "¿Qué se puede esperar de un país cuya mayor invención y aportación cultural es el reloj de cuco?". Saludos. Notorius.

David P.Montesinos said...

La frase de Welles iba más allá. Es algo así como que "milenios de guerras han dado lugar en Italia al imperio o el Renacimiento; el mismo tiempo de paz en Suiza ha producido los relojes de cuco"