Friday, December 13, 2013




ESPAÑA CONTRA CATALUNYA


"Cataluña se va", así tituló Iñaki Gabilondo su intervención de El País después de saltar la noticia de que el Gobern de Artur Mas había dado fecha para el referendum de autodeterminación. Ponía el dedo en la llaga porque, mientras periodistas, políticos y opinantes de toda ralea se apresuraban a tranquilizarnos aseverando que la consulta es ilegal, él nos advertía del peligro de esquivar la esencia del problema catalán, y es que el Principado ya sabe que no quiere ser español. 


No es baladí la forma en que se conteste a una pregunta que, por cierto, es bastante difícil de entender. Si digo que quiero un estado para Catalunya, ¿por qué habrían de preguntarme después si quiero que ese estado sea independiente? ¿No va incluida una cosa en la otra? Pues quizá no, quizá el President Mas valore la posibilidad de un convertir España en un estado plurinacional, lo cual no sé si está más cerca del federalismo clásico o de aquella ocurrencia vasca del "estado libre asociado". Yo, la verdad, hubiera preferido la consulta modelo "amb dos cojons", es decir, que pregunte usted a sus conciudadanos, señor Mas, si quieren la independencia y dejarse de melindres.


Este tipo de ambigüedades y sinuosidades del lenguaje de que se valen astutamente los políticos para que los artefactos explosivos que fabrican no les estallen en la jeta desaparecen cuando se trata de recordar los agravios sufridos. Por ejemplo, en el polémico congreso que se celebra estos días, bajo la protección de la Generalitat, ya se intuye por el título -"Espanya contra Catalunya"- que para el nacionalismo secesionista la historia de la relación entre ambas entidades es de verdugo y víctima. Quizá lo peor que les ha pasado nunca a los catalanes es su vínculo de siglos con los españoles, pero soy muy reticente a este tipo de maximalismos, aunque sólo sea por un principio de prudencia intelectual. 


Se me ocurre pensar si el mal hispánico era tan grande cuando la burguesía catalana se hacía de oro a costa del trabajo barato y obediente de los inmigrantes andaluces y extremeños. Pienso también en cómo, mientras con una mano Mas le declara al Estado la intención de romper la baraja, con otra coopera cariñosamente con la derecha española en medidas tan reaccionarias como la nueva ley de seguridad ciudadana, un jalón más en la larga serie de atentados al estado social y de derecho en que se han sustanciado los últimos años de gobiernos conservadores. Me pregunto igualmente si lo que molesta a Mas de la nefasta Ley Wert es algo más que los agravios al catalán, sin que le hayamos oído nada respecto al desastre que esta normativa supone para la enseñanza pública y, en consecuencia, para la cohesión social. Claro que para sorprenderse por ello habría que pensar que uno, por ser nacionalista, tendría que creer en la cohesión social y en las instituciones del bienestar, pero mucho me temo que no van por ahí los tiros. En otras palabras, que CiU es tan facha como los peperos españolistas a los que tanto odian. ¿Es ERC la solución? Yo recuerdo la inoperancia y la indefinición ideológica de este grupo en los tiempos del tripartito, claro que a lo mejor la culpa la tuvieron los españolistas del PSC.    




Mala cara tiene el asunto, entre otras cosas porque esto va a servir para mantener ocupados a los políticos y a la prensa durante bastante tiempo, lo que vendrá bien para que los ciudadanos nos olvidemos de pedir cuentas ante la sangría de bienestar y renta per cápita que sufre todo el Estado, incluyendo a Catalunya. 

Ahora bien, más allá de mis sospechas respecto a la alta política catalana, hay una evidencia que no podemos soslayar: la desafección respecto al Estado entre los ciudadanos del Principado ha crecido de forma colosal. Yo aquí pongo tierra de por medio con las convicciones identitarias e históricas en las que tanto insiste el secesionismo. Pensar que el Quijote es el protagonista de una novela extranjera o que por Cádiz o Cuenca he de deambular como ciudadano de otro país me parece un chiste. Y sin embargo, hace tiempo que no paro de encontrar motivos para avergonzarme de mi país. Tengo arcadas con cada medida que toma el gobierno de Rajoy, y sólo puedo sentir pena cuando pienso que un gobierno como el que lleva dos décadas expoliando el País Valenciano goza elección tras elección de mayoría absoluta. Temas como el de la financiación autonómica, que determina una situación tan discriminatoria para los valencianos respecto a otras autonomías, me da pensar que yo tengo tanto derecho como los catalanes a querer irme. 


Iñaki Gabilondo se sorprende al comprobar que, mientras desde el Estado se insiste en la imposibilidad legal de realizar el referéndum -como si con eso se solucionase el problema-, nadie toma la iniciativa de explicarle a los catalanes que España no es el verdugo que les pintan, que en un marco diferente al actual podríamos seguir juntos, que la secesión va a ser mala para todos, que se puede ser catalán sin que a uno le agravie el vínculo con el Estado. Yo añadiría otra cosa: lo que necesitamos es que España deje de avergonzarnos. Necesitamos un Estado digno, no tanto una patria cuyo himno hayamos de escuchar con la devoción de un legionario, sino más bien una comunidad cuyas instituciones defiendan a sus ciudadanos. 

Si no mejor será que nos vayamos todos.  



6 comments:

Anonymous said...

Solo una última intervención, -creo que ya aseguré lo mismo, pero esta vez sí, le aseguro ser la última- (a mi pesar)

Cuando se examina un objeto del que pueden obtenerse tan pocos datos que ni tan siquiera sirven para obtener una mínima referencia que lleve a una siquiera pequeña posibilidad de advertir un patrón que lo describa, es inevitable, deseable, necesario recurrir a las teorías que de aquellos que consideremos “eruditos” podamos alcanzar.

Nietzsche. Vicente Verdú, Orwell, Neil Postman etc etc etc... nos aportan claridad en aquellos temas que nos resultan abstractos, quizás ante el absurdo de no sentirse "húmedo" visionando un tsunami que se intuye te alcanzará.

Puede admitirse este u otros supuestos en la comprensión de la incomprensión.
Pero, si hay democracia en este país o no, creo (en realidad no lo creo, lo sé, pero a usted eso parece sentarle muy mal) es algo que se desprende de la observación del objeto. Este demuestra patrones suficientemente evidentes como para describirlo con certeza: una dictadura a la que se le dio una capa de pintura pero que a poco que se rasque se descubre la roña que subyace bajo el maquillaje.
Ese objeto "democracia" no cumple con las mínimas condiciones como para ser catalogado como tal en este país, ni tan siquiera si tal objeto fuese una esencia medible en porcentaje (como usted dice –calidad democrática-) Mire... el pueblo decide o no. Tal vez yo esté equivocado, pero me resulta bastante difícil de creer que este pueblo haya elegido tener un 30% de paro, un 25% de población bajo el umbral de la pobreza, un 65% de su fuerza laboral al borde de la subsistencia, un 80% de sus gentes sumidas en una clase media baja (tan baja que solo se miran escaparates en los centros comerciales)

En este país los partidos políticos llegan al poder vendiendo programas electorales que se pasan por los cojones cuando llegan al poder. Esto ocurre una y otra vez desde que nos vendieron "democracia".

Realidad: un pueblo más pobre año tras año mientras su clase dirigente vive cada día mejor al servicio de una clase financiera que ya puede catalogarse como "calaña". Creo que después de la tomadura de pelo del "zapaterato" no le deberían quedar demasiadas dudas a nadie –ni tan siquiera a los acólitos; para qué causa trabajan los gobernantes que se eligen una y otra vez en este país: el poder económico. (esto es indiscutible, le guste a usted o no, y eso, no es democracia)

-Creo recordar que hasta se cambió la constitución para incluir un artículo en el que este país pagaría las deudas con sus acreedores antes que atender cualquier otra necesidad por urgente o importante que fuese: las necesidades de su pueblo.-

¿el pueblo eligió algo así?.
Entonces ¿el pueblo elige a los que trabajarán para aquellos que realmente gobiernan –los poderes económicos? Sí.

Eso no es democracia, señor Montesinos. Tampoco confunda "libertad de expresión" con democracia: las peores dictaduras son aquellas que permanecen impermeables a las críticas, las que cosienten, por duras que sean.

¿Hablamos de un sistema judicial "creíble" como elemento indispensable en una democracia? ¿hablamos de Blesa, Urdangarín, Echevarría, Puyol… etc etc etc? ¿Hablamos de una justicia en la que ya nadie cree?

¿Hablamos del sistema educativo? Puedo empezar por decirle que por suerte o por desgracia –por desgracia casi seguro- conozco a unas cuantas personas que se han hecho ricas, cada vez mas ricas cuanto más bajaba la calidad de la educación (ahí sí deberíamos hablar de calidad) siguen vendiendo libros en tiradas millonarias dando igual el color del gobierno que regente ¿le suena verdad? –me censuró un comentario, no por casualidad- Ayer vendían "educación para la ciudadanía" hoy venden "educación cívica", y aunque antogonicas... las dos publicaciones siguen siendo compradas al mismo, aunque supongo que usted ya sabe esto.


Anonymous said...

Tobías, no has entendido nada de lo que te dije ¿xenófobo? Tal vez seas tú quien debería de leer con más cuidado –yo siempre te leo con la máxima atención-
La destrucción de los sindicatos, el nacimiento descalabrado del socialismo, las gilipolleces de los panfletos que movilizan a los niños, quizás un cumulo de sandeces que se suceden sin sentido en una “izquierda” que ha perdido su ubicación puedan orientar a quienes indaguen sobre la sorprendente preponderancia de una derecha rancia y hasta claustrofóbica en un mundo superpoblado de proletarios. Claro que te leo con atención, desde cuando fue posible causar baja en la satisfacción. Sin embargo, no me refería a lo que entendiste. De cualquier modo, es un placer leerte. No creo exagerar si afirmo que de todo lo que leo, tus escritos forman parte de aquello que sencillamente, es un placer y un privilegio

Por ultimo solo quería recalcar algo que usted sabe, David; “que nos vayamos todos” es una forma de no decir nada, puesto que… el saber que este país está hecho una puta mierda, que –como he insistido- no tengamos una democracia real, qué necesitemos hacer un reset para construir otra vez lo que imaginamos sería una sociedad deseable donde vivir no implica seguir el juego a los caciques de siempre, alimentados por las maldades y las miserias que ellos mismos procuran al pueblo cuando necesitan ponerlos de su parte.
Los catalanes, están dominados por el fascismo más bestial, por la comedura de tarro más imponente. De hecho, la derecha más vetusta abandera lo que parece ser la deriva más nacionalista, rancia y cateta de Europa. Debe quedar claro ante este ataque fascista que desgraciadamente domina un pueblo como al catalán, que no nos vamos, estamos aquí para quedarnos y por supuesto, pedir cuentas. Las que no nos salen a quienes entendimos la “amnistía y libertad” de otra forma bien distinta a como se entendió en esta –repito-. Dictadura roñosa que nunca se fue.
Un abrazo..



David P.Montesinos said...

Eso es mentira, wey, yo no censuro a nadie. Feliz Navidad.

David P.Montesinos said...

Tobías, el comentario que acabas de introducir lo has enviado en relación a un post anterior, cuando yo creo que pretendías que entrara en éste. Por tanto lo traslado motu proprio.

Anonymous said...

Tobías said...
No, no te he leído mal. Miedo al extranjero que deriva en desprecio y en odio "al otro". Eso es la xenofobia y de eso has acusado: la ignorancia o el desprecio por las condiciones de los trabajadores del Tercer Mundo, el miedo a la competencia de inmigrantes mejor preparados.... Por lo demás, sigo creyendo que desestimas de un plumazo lo que dice David porque te has convencido de una serie de cosas que, en su mayoría, son falsas.
12:25 PM

Anonymous said...

Te reitero Tobias, estás equivocado, no has entendido nada, te lo aseguro, y cuando digo “nada”.
¿Desestimo lo que dice David? Veo que en este punto tampoco entiendes lo que ocurre. Tan solo por el respeto que te tengo te diré, que aunque solo sea por los años que llevo leyendo a tu “santo” hermano (más de los que tienen sus hijos) deberías ser un pelín más imparcial. A tu hermano nadie le ha hecho nada. Tiene un blog en el que vierte su punto de vista sobre la vida… permite que se conteste.
En un momento determinado le catalogué de “corto”, y eso, no me lo ha perdonado (me preocupa bien poco) hasta aquí todos los problemas con tu hermano. No creo tener que explicar lo que significa “corto”, tampoco creo deber disculparme.
David es corto. Eso puede deducirlo cualquiera que lea este blog.. No te lo tomes a mal, pero este es el blog de un maestro de escuela del que no existen noticias de que haya inventado la mantequilla. Simplemente expone su visión de las cosas, desde el momento que permite verter comentarios supongo que asume discrepancias, modos de expresión desconocidos etc. Nunca hubo para tanto.
Tu hermano roza el ridículo cuando dice que contesta a las discrepancias “con un talante versallesco”
Este señor (tu hermano) lo que le hace falta es una ducha de humildad, y para ello solo sería necesario que repasara sus propios escritos. Religiones, nacionalismos, política, filosofía etc al pobre (cariñosamente hablando) todo le ha salido mal: le dije que la deriva nacionalista en Cataluña era manifiesta; según él, el pueblo era ajeno a esas cosas. Le hable sobre la inmigración y la caída de los sindicatos ; me tachó de xenófobo. Le hable de los extremismos religiosos poco después un grupo de islamistas se cargaron a 300 personas en Madrid. Le hable del aborto y las tetas (ahora debemos parir a fetos con graves mal formaciones) Le hable de democracia, y me tacho de “taxativo” ahora todo un pueblo vive bajo unas premisas que no eligió.
Es decir… las lecciones mejor para quien sepa darlas., opiniones…. Lo que hace David, tiene todo el derecho del mundo, para eso tiene un blog. Pero que es un persona corta, no pasa desapercibido para nadie que sea menos corto. Asi pues Tobias, ten en cuenta que le tengo mucho respeto a tu hermano, también a ti, pero todo tiene un límite.
Yo no soy: “si wey”. Soy un persona que simplemente por intervenir en este blog merecería bastante más respeto.