Friday, March 20, 2015



DOMINGO. En los años setenta, entre los numerosos grupúsculos revolucionarios, convencido cada uno de ellos de ser los depositarios en exclusiva de la voluntad de Dios Padre, destacaban los maoístas. Recuerdo a un partido cuyos imberbes activistas, unos pelmazos irredentos, parecían haber sido reclutados en sanatorios mentales. Proclamaban insistentemente su hostilidad hacia las potencias en conflicto en la Guerra Fría -yanquis y soviéticos- para entregar su alma nada menos que a los chinos. Décadas después, cuando hasta los comunistas más ortodoxos han entendido que Stalin fue un asesino de masas, recuerdo el desprecio con el que nos miraban aquellos adalides de la causa proletaria a quienes no nos dejábamos seducir por aquel cuento chino de la gloriosa Revolución Cultural. Ellos no lo saben, pero su sueño se ha cumplido. El Partido Comunista gobierna el mundo desde Pekín y todos, día a día, nos vamos haciendo chinos. 


LUNES. Deberíamos desconfiar de quienes abandonan la fe en la política, la ciencia y otras prosas del mundo para buscar refugio entre poetas y artistas, pues las ansiedades que despiertan el talento de estos proceden de una muy baja extracción. Kafka escribió sus mejores relatos porque le tenía pánico a su padre y por qué no soportaba las horas interminables que pasaba gestionando en una lóbrega oficina el ingente papeleo que generaba el imperio austro-húngaro. Baudelaire era un zángano que vivió y se drogó merced a una herencia sobrevenida que se dedicó a malgastar mientras se lamentaba por el hastío de París. Picasso era tan rácano que por no pagar en el bar regalaba al camarero unos garabatos hechos sobre una servilleta, sin pensar que aquel gesto multiplicaba hasta el infinito el precio del café...


MARTES. Los griegos pagan hoy la irresponsabilidad de haber votado a Syriza". Traduzcamos: "Syriza incumplirá sus promesas porque nosotros nos encargaremos de que fracase". Ni una palabra de solidaridad hacia un pueblo que lleva siete años sufriendo por la corrupción de un hatajo de bandidos. "España no es Grecia", ese es el mantra de Rajoy. Yo sí soy griego, cada día lo parezco más. Tiene razón Rosa Díaz, qué pequeño es el Presidente de España. 


MIÉRCOLES. Huyendo de las Fallas me topo con ellas, en cierto modo me topo con su verdad desnuda. En una pequeña localidad marina, barrida por una tempestad que parece no acabar nunca, me dirijo hacia una calle desierta donde asoman un par de ninots. No se ve un alma, no asalta mis tímpanos un solo petardo. A poco empieza a escucharse música de banda. El pueblo entero se está concentrando a las puertas de la iglesia, donde una virgen de los marineros es cubierta de claveles. Algunas falleras secan sus lágrimas con un pañuelo de encaje blanco, hay bebés en brazos vestidos de valencianos. Mis ojos reparan en una anciana que, apoyada en un andador, abandona a duras penas el templo. Una joven fallera se le acerca ceremoniosa sobre sus tacones y la anciana la besa emocionada y orgullosa, probablemente es su nieta. Las pequeñas comunidades son fieles a sus fiestas y siguen escrupulosamente ritos tribales porque presienten, con razón, la amenaza de diluirse en ese caldo viscoso e insípido de la globalización. Antes de ponernos sarcásticos deberíamos preguntarnos por qué tienen tanta fuerza las tradiciones populares. 


JUEVES. La tormenta no para, se diría que con el paso de los días incluso se intensifica. Aparcado junto a un embarcadero donde no se ve un alma mi coche se agita, como avisándome de que nos larguemos antes de que una palmera o una farola se nos vengan encima. De pronto, hacia la oscuridad de un callejón tras el que el mar atrona embravecido, una fallera sale de un patio e intenta que la ventisca no le venza. Siempre es más cómodo y seguro quedarse en casa viendo telecinco, claro.      
  

2 comments:

Anonymous said...

Permítame decirlo: un post para enmarcar. Pero déjeme matizarle...

¿Se acuerda cuando le comenté que el capitalismo se infiltró como un virus en las tesis de Marx? -sobre todo aportando dinero-

(un grupo de rock tiene una letra que dice: "maldito sea tu nombre, Príncipe de las tinieblas dueño de un fuego Arrasador. Has escrito La historia de la humanidad.
Haces siempre lo que quieres sin tener piedad. Dios eterno que todo lo haces a tú voluntad.

¿Cuál Es tú gran secreto? Nada se te prohíbe, nada te detiene".)

Sin embargo siempre habrá una fallera intentando no ser llevada por el viento. Pero es ajena al mundo de los Morgans, Marx o Stalin... en ese momento solo importa el viento, el cual también se puede comprar, salvo si eres fallera.

David P.Montesinos said...

Me pareció que la imagen arrastraba cierta oscura belleza. Un ser humano -esto lo debió decir alguien antes que yo- se define por la sensación que le producen las tormentas.