Friday, April 04, 2008





¿CÓMO QUE LADY DI NO FUE ASESINADA?


Ahora resulta que Lady Di no fue asesinada. Algún juez calvo y cuya mayor diversión en la vida es ir de paseo por Trafalgar Square con sus nietos ha resuelto que quien los mató a ella y a Dodi fue un pilar. El argumento en que se apoya es inconsistente: el conductor andaba al parecer algo achispado -yo también me achispo con doce whiskys- y deambulaban por las calles de París a 200 por hora, que es bastante menos de lo que coge el McLaren de Hamilton. ¡Pero si en los tabloides han dicho una y mil veces que agentes de Scotland Yard trucaron los frenos! ¡Si es que lo han dicho hasta en la tele! Sin ir más lejos, Friker Jiménez, en su programa de la cadena Cuatro ha hablado del tema, y podríamos preguntarle a Sardà, a la Bruja Lola y sobre todo a El Mundo, que lleva años destapando conspiraciones, algunas de la cuales podrían hasta ser un poco verdaderas.

¿Por qué negar la evidencia? Nos gusta que a Lady Di conspiraran para matarla. Es a fin de cuentas lo que viene haciendo la corona de la Pérfida Albion desde hace una eternidad. Si ustedes visitan alguna vez el Castillo de Londres sentirán como yo que dentro de muros tan siniestros solo puede anidar el espíritu sibilino y traicionero de las serpientes. “A la Torre con él”, decía el Tudor de turno cuando le molestaba algún súbdito discrepante… Por sus frías estancias rodaron las cabezas de las mujeres de Enrique VIII. Lady Di no es pues sino la nueva Ana Bolena. Además, ¿para qué sino lloraron tanto las masas aquel día que Buckingham se llenó de ramos de flores? ¿para qué vendió millones de discos Elton John con su canción a la reina de nuestros corazones?

Conspiraciones ha habido siempre. Y molan mucho. El Mundo y la Cope han sostenido durante los últimos cuatro años que el 11-M fue producto de una conspiración, y hay quien no tuvo reparo en acudir a manifestaciones llamando a Zapatero “terrorista”. Ya lo dijo el ex-Presidente Aznar, hombre en el que tengo una fe ciega desde que se alió con Bush y Blair para atacar a los terroristas en Iraq: “esto no se ha tramado en lejanas montañas ni remotos desiertos”… o algo así. Recuerdo que, en una conferencia, uno de los más seguidos periodistas de la Cope dijo que el PSOE había estado implicado en la conspiración que dio lugar al 23-F, y se quedó tan pancho el tío…y tan contentos los asistentes, deseosos de que un famoso les diera la razón en la presunción de que los socialistas son la encarnación de Lucifer.
Los susodichos socialistas no se quedaron atrás en su momento. Felipe González estuvo siempre convencido de que había una conspiración republicana para descabalgarle del poder en los años ochenta, lo cual prueba que los malos conspiran siempre… vamos, que quienes no me gustan conspiran contra mí, como siempre creyó mi abuela de sus vecinas. ¿Han visto Conspiración? El personaje interpretado por Mel Gibson, que parece estar loco como una cabra, asegura a quien se sube a su taxi que la CIA y el Pentágono son responsables de absolutamente todos los desastres de la humanidad. En los Simpson hay un episodio en que un grupo de encapuchados pertenecientes a una orden secreta conspiran en un lugar secreto para dominar el mundo. No hay que olvidar tampoco a los judíos, ese grupo de rabinos poderosísimos que, como ya dijo Hitler –otro tipo muy acreditado-, intrigaban para controlar el planeta entero.

¿Y los marcianos? En algunas revistas especializadas y de riguroso calado científico se da por hecho que venimos recibiendo “visitas” de procedencia extraterrestre desde hace milenios. ¿Por qué si no el Estado Mayor tiene guardados no sé donde los cadáveres de unos alienígenas? Yo los he visto en fotos y en la película aquella de Will Smith… tienen la cabeza apepinada, el cuerpo blanquinoso, los ojos almendrados y mucha mala hostia. Hay pruebas de sobra, lo que pasa es que las autoridades las silencian para mantenernos en la ignorancia, los muy ladinos. El mismo Homer Simpson es abducido en una ocasión por esos dos marcianos que planean invadir la Tierra y que babean continuamente cuando hablan.
Lo siento señores, pero no acabo de verle cara de conspirador al Príncipe de Gales… todo lo más creo que prefería a la sosa de su amante que a la Princesa que le buscaron para Reina. El mundo está ciertamente dominado por un montón de hijos de perra, pero no vienen de Marte, no hipnotizan a las masas con publicidad subliminal desde la tele ni se reúnen vestidos de caballeros cruzados en palacios secretos de la Selva Negra. Eso sí, tienen facilidad para ocultar sus manejos. Por ejemplo, Naomi Klein demuestra en “No logo” que las grandes marcas (mírense las zapatillas y las camisetas) son directas responsables del trabajo esclavo de millones y millones de personas –incluidos niños- a lo largo de África, Asia e Hispanoamérica. Lo mismo puede decirse de instituciones como el Fondo Monetario Internacional, que ha protegido terribles tiranías durante décadas. Podemos hablar también de lo amable que está siendo España con China, considerando que la protección que de los derechos humanos se hace en dicho país no merece un boicot. Pero claro, estos son temas bastante más aburridos.

Como dice un periodista en cierto film de John Ford: “si la leyenda supera a la verdad, imprime la leyenda”. Tenía razón, sobre todo porque la leyenda vende más periódicos. Lástima que no sea verdad, pero no se puede tener todo. Por cierto, ¿no están hartos de los templarios?

20 comments:

Anonymous said...

Blogger habilita algunos filtros muy restrictivos. Disculpad si habéis intentando expresaros y no os ha sido posible. El filtro que aplico elimina simplemente los comentarios desagradables y los spam. Disculpas y gracias a Tobías por avisarme. No aparecerán los comentarios de inmediato pero lo harán en cuanto blogger los filtre.Mis disculpas
David.

Anonymous said...

Ya era hora, tío, yo tampoco había podido mandarte nada. Por cierto, también detesto las novelitas de templarios. José Luis.

Anonymous said...

¿Recuerdas a aquellos extraños conspiradores que se encuentra Tintín en “Los cigarros del faraón”? Hergé era bastante aficionado a las conspiraciones y las tramas ocultas, no en vano procedía de una tradición profundamente conservadora y religiosa, la que recibió del Padre Wallez en aquel periódico belga en el que trabajaba. Y es que el origen de todas las teorías de la conspiración procede de la perplejidad de las mentes más conservadoras del siglo XIX ante la manifestación del poder del pueblo en armas durante la Revolución Francesa”. La primera teoría conspirativa plenamente expuesta es la de Burke, uno de los más feroces críticos contra el derecho del pueblo a cambiar su constitución. Su tesis era que la Revolución fue “un complot de filósofos ateos y capitalistas turbios contra la tradición”.

No hay nada más cómodo y populista que contar un acontecimiento sorprendente por medio de las actividades ocultas de una minoría perversa y poderosamente organizada. Como dicen los canteros de los Simpson: “¿Quién controla a las masas? Nosotros, nosotros”. La verdad es que ese tipo de explicación es seductora, nos da las claves de algo extraordinario de manera muy simple y encima introduce desarrollos novelescos muy divertidos y que nos acojonan ante el temor de que extraños diseñan continuamente tramas para atentar contra nuestras tranquilas y aburridas existencias. Los enemigos, desde el romanticismo hasta Franco, siempre han sido los mismos: masones, judíos, literatos fracasados, filósofos. Ahora podríamos incorporar la Trilateral. En cierto modo una idea tan vulgar servía bien a los intereses conservadores, la tesis del complot movilizaba la vigilancia contrarrevolucionaria en lugar de incitar al quietismo. Puede que eso sea lo que tenga de bueno y que hoy todavía pueda sernos útil, recordarnos que hay que mantenerse alerta respecto a las verdades establecidas y que no todo es evidente al primer y superficial golpe de vista.

amanda said...

Bueno, siempre es más divertido creer que es alguien el culpable de nuestras desgracias. Alguien que escondido en la oscuridad conspira contra nosotros para ponernos la zancadilla en el primer momento que le demos la espalda. Qué se le va a hacer, así es la raza humana... nos gusta creernos importantes pensando que siempre hay alguien detrás de nosotros y así además evitamos tener que culparnos a nosotros mismos... matamos dos pájaros de un tiro. Ciertamente la vida sería más interesante si las conspiraciones fueran reales... que pena que estén tan poco sustentadas.
Por cierto, interesante película la de Conspiración. La vi hace no mucho tiempo y me pareció una película bastante peculiar y curiosa.
¡Ah! David, antes de que se me olvide... como sé que eres un entendido en psicilogía... quería hacerte una consulta, si me permites. Pero el caso es que prefiero hacértela confidencialmente si es posible. Sinó pues te consultaré aquí mismo si no hay más opciones.
Bueno esperaré a que me digas algo.
Un saludo

Anonymous said...

La película es el hombre tranquilo?
:-/

Anonymous said...

Interesante reflexión, Tobías. Sí recuerdo aquel episodio de Tintín, aunque creo que su poso reaccionario pesa menos en la genialidad de Hergé de lo que suelen indicar sus detractores, entre los cuales sé que no te encuentras. Lo que no recordaba era que aquella secta de controladores de los Simpson se hacían llamar "los canteros". Es evidente que ahí se burlan de la credulidad de las masas, siempre tendentes a creer en la conspiración de unos ultrapoderosos ocultos. Es una forma de sustituir a los viejos dioses, y de paso, quitarnos la responsabilidad por nuestros actos y por eso en que -libremente- convertimos nuestra biografía.

Amanda. Blogger filtra todos los mensajes, de manera que lo que quieras escribir puedo leerlo y contestarlo -si dejas el mail- sin que aparezca en el blog. No obstante debo decirte que no soy psicólogo, solo profesor de Psicología. Mi especialidad es la filosofía.

El film es "El hombre que mató a Liberty Valance". La frase que pronuncia el periodista da sentido al conjunto del film. En cualquier caso, quienes crecimos con John Ford amamos igualmente "El hombre tranquilo", de la que quedan también momentos y frases impagables. David

. said...

Las leyendas forman parte de la arquitectura que sostiene el mundo, y como tales son impresas boca a boca, noticia a noticia, periódico a periódico. De esta manera la ficción se convierte en verdad asumida, respetada y venerada para dar sentido al colectivo de nuestras almas.

Un saludo.

Anonymous said...

se menos célebre con el prógimo y demuestra tener más tino y habilidad a la hora de juzgar, porque una decisión puede hundir demasiadas ilusiones...Eso le diría a todos.Un saludo!

Anonymous said...

Querido anónimus, me gustaría que te explicaras con un poco más de claridad. Tu comentario me parece válido y sugerente, pero no acabo de entender por qué dices que "sea más célebre". Tampoco entiendo lo del "tino a la hora de juzgar" y lo de "romper ilusiones". Te refieres a que no creo en la conspiración contra Lady Di, supongo. ¿Puedes explicarlo? David

Anonymous said...

Añado porque tu comentario me deja pensativo.

Sin duda me equivoco infinidad de veces a la hora de juzgar, y entiendo que una decisión fallida puede hacer daño. El problema es que cuando juzgamos a los demás - sus méritos, su competencia- la decisión que tomemos no siempre es la que dicha persona desea. ¿Qué es lo justo en esos casos? Contesta, por favor. David.

Anonymous said...

AMANDA,
he leído tu nuevo comentario y no tengo inconveniente en decirte lo que pienso, pero no me aparece tu mail y por tanto no puedo hacerlo en privado. Deja el mail por favor.

Anonymous said...

Te respondo...
Si te soy sincero, no he leído al 100% tu historia sobre lo sucedido a Lady Di.Pero, ¿No crees que lo verdaderamente importante del caso, es que da igual que haya muerto? Te diré que siempre he creído que hasta las personas que salen en la TV carecen de poder para que nos demos cuenta de lo que de verdad sucede. Algo más grande, algo por encima nuestro, maneja opiniones y no permite cruzar una raya que delimita la verdad de la mentira...

Anonymous said...

Pienso como tú, Amanda, gracias por visitarnos. David.

Anonymous said...

Yo solo voy a decir... ¿sabes realmente lo que es un "spam"? un spam es cuando en una pagina se hace publicidad de otra... pero la gente coloquialmente se conoce por fastidiar un blog/foro por comentarios que no tienen nada que ver con el tema de conversacion de el post en este caso de david.
Casi todos los post por no decir TODOS llevan algun tipo de "spam".

Eso como primera, y otra decir o mas bien alagar a David "con esto ya se sabe que soy un alunmo" asi no se me puede llamar pelota al no saber quien soy :P
David Montesinos es un gran profesos ademas de un gran hombre "a eso el nombre del blog"

Gracias por todo.

by: Robbin Hood

Anonymous said...

Querido Robin, la amabilidad de tu carta me resulta sonrojante. (¿Lo habré escrito yo en un momento de esquizofrenia?, siempre me gustó la historia de robin hood) Desconocía lo del spam, interesante aclaración.No soy un gran hombre, creo más bien que soy un tipo impresentable, y tengo muchos compañeros que son infinitamente mejores profes que yo. Gracias de todas formas.El nombre del blog no alude, ni por asomo, a mi gigantismo -si te cuento mi vida coincidirás en que solo soy un gigantesco subnormal-. Pasé diez años inolvidables en un pueblo de Alicante, El Pinós, por donde actuó en lejanos tiempos un insigne bandolero llamado Jaume el Barbut. Se escondía de las autoridades en un lugar cercano al pueblo que todavía puede visitarse, la cueva del gigante. Decidí, de alguna manera, quedarme allí...David

Anonymous said...

Esa condición de asesinada no reconocida por la justicia aumenta el aura de santidad de Lady Di proporcionalmente a la cantidad de indignación morbosa que despierta el conocimiento íntimo -procedente no del cerebro, sino del epigastrio- de que, pese a quien pese, fue un asesinato orquestado por esa vieja puta criadora de gatos que es la reina de la gran bretaña. Pero la gente no es tonta. Y además hay una especie de justicia popular y esotérica que repara un poquito el magnicidio. Su cauce no son las cortes ni los juzgados; sus agentes no llevan pelucas ni togas... ni siquiera corbatas; y el papel en que circulan sus sentencias no es maché, sino basto, lo que los americanos llaman "pulp", rasposo, como de estraza. Son folletos y revistas que se suelen vender en gasolineras y tiendas de alimentación. También se difunden por internet, desde luego. En fin, en ese tribunal supremo de lo popular, los testimonios de personas que confiesan haber visto a Lady Di con vida -después de su asesinato- son solo comparables con los que circulan sobre los avistamientos -traduzco literalmente la palabra sightings- de la madre teresa de calcuta y de mi querido Elvis.

Carlos said...

Añado a lo dicho por Robin que lo de "coeficiente mental propio de idiotas, cretinos o tontos de baba", no es cierto, ¿o si?
Es que lo he mirado y no lo encuentro xd

Por otra aprte, cuando se habla de otro tema que no tiene nada que ver o solo se hace por fastidiar, o no se aporta nada (como mensajes con "jajajaja" o "+1") no se llama SPAM, se llama FLOOD, en español, flodeo o flodear.

De todas formas tal vez no te interese lo más mínimo, pero vamos...

Yo tambien soy alumno tuyo, aunque por delante de eso me considero unas cuantas cosas más xd

Anonymous said...

Querido Carlos, la categoría de alumno que te pone en relación conmigo es puramente burocrática, lo demás pertenece al mundo de la vida. Algunos de mis mejores -y escasos- amigos es antiguo alumno, y en algún caso se trata de personas con las que mi relación en el aula fue poco fluida. Es curioso, llevo milenios intentando establecer diálogo con mis alumnos en clase y ahora no paro de recibir mensajes en este blog, por lo general amables como el tuyo o el de robin. ¿Qué tipo de hipnosis ejerce sobre vosotros internet? ¿Es que os abduce la pantallita de marras y no queda rastro del tipo apático y con cara de aburrido del aula en cuanto os ponéis al teclado? Yo, debes saberlo, me quedé en Gutemberg. Escribo un blog porque necesito expresar lo que pienso y discutirlo, pero preferiría hacerlo en un periódico o una revista, porque creo que la Red fomenta actitudes cobardes y usos lingüísticos un tanto esquizofrénicos. Si entráis alguna vez en el blog de Justo Serna, que tengo linkeado, os daréis cuenta de que se dedica exclusivamente al intercambio de ideas -con algún que otro cruce de ironías, lo cual es muy sano- y que algunos participantes acostumbran a dar su nombre completo. Allí y aquí digo lo que pienso y lo firmo. No entiendo eso del nick, ¿por qué ocultar mi verdadero nombre? ¿es que tengo vergüenza de mí mismo?

Otra cosa, lo de los "coeficientes mentales" me lo inventé, obviamente. Se trataba únicamente de dejar claro que quedarían sin publicar en el cesto de los papeles todos los mensajes raritos. No sé, yo me crié en un sitio donde si se tenía algo contra alguien se le decía a la cara o se le dejaba en paz. "Hostiarse" con alguien cara a cara me parece infinitamente más noble que dejarle anónimos en el casillero o romperle la bici cuando no mira. Lo que me repugna es la cobardía.

Última cosa, dominar la electrónica no da poder, es el al revés, uno tiene poder -porque los demás le hacen caso- y entonces puede servirse del ordenador como altavoz. Ahora bien, si uno no tiene nada que decir, la Red no se lo va a dar, estará condenado a la estupidez y nadie le hará caso porque a nadie interesará. El autor.

Anonymous said...

Querido señor Beefeater. Quiero pensar que la ingesta excesiva de la ginebra del mismo nombre no haya hablado por usted, ya que a pesar de la brillantez de su comentario, no puedo aceptar los calificativos que emplea a personas tan respetables, es más, me parece especialmente criticable que se hable en ese tono de la Realeza europea. No obstante, su paso por aquí me resulta especialmente gratificante y recuerde que le debo algún café -sin beefeater, no se haga ilusiones-.

Álvaro said...

Señor, me quito el sombrero. No por cortesía ni recíprocas albricias. Ha escrito usted su mejor entrada. Como le dije una vez al yonqui de mi calle que toca la banda sonora de Titanic con la flauta: -Ha encontrado usted su tono.