MONTES, UN FUTBOLISTA
Permítanme la soberbia de hablar de mi familia.
Cuenta la leyenda, una de las innumerables que relatan acontecimientos sorprendentes sobre aquella estrella de los años veinte, que un anciano con muchos años de acudir a Mestalla musitó moribundo algo en la cama de un hospital. El médico se acercó para oír mejor… esperando algo así como una última voluntad, un postrero delirio de reconciliación con Dios y con el mundo, pero no iban por ahí los tiros: “Montes, regateja… Montes, regateja…”, dijo el viejo… y expiró.
Montes fue, ciertamente, una leyenda para esta ciudad. Lo sé porque a mí me llegaron los últimos ecos. Cuando era niño, mis hermanos y yo asumimos que a los ojos del mundo nosotros éramos los nietos de Montes… y mi padre era su hijo. La figura de aquel hombre excepcional se nos hizo tan alargada, que cuando de crío yo salía a jugar a un campo de futbol solo quería ser digno de la gloria que me había sido legada con el apellido del que tan orgulloso me sentía… Y me sigo sintiendo.
Cuando Augusto Milego y sus amigos fundaron el Valencia Club de Football en el Bar Torino allá por 1919, faltaba muy poco para que un chico anormalmente corpulento y de pocas palabras acudiera al campo de Algirós con un amigo que quería probar con el nuevo equipo de la ciudad. “Este no mos val, però el seu amic, eixe xic gran que s´ha quedat darrere la porteria pareix que li pega bé al baló, crida´l a vore.” Al siguiente domingo Montes debutaba de blanco y negro… muy poquito después ya era el ídolo de aquella hinchada incipiente del Valencia fundacional.
Cuando Augusto Milego y sus amigos fundaron el Valencia Club de Football en el Bar Torino allá por 1919, faltaba muy poco para que un chico anormalmente corpulento y de pocas palabras acudiera al campo de Algirós con un amigo que quería probar con el nuevo equipo de la ciudad. “Este no mos val, però el seu amic, eixe xic gran que s´ha quedat darrere la porteria pareix que li pega bé al baló, crida´l a vore.” Al siguiente domingo Montes debutaba de blanco y negro… muy poquito después ya era el ídolo de aquella hinchada incipiente del Valencia fundacional.
Jamás, en contra de lo que se ha dicho, se llevó mal con Cubells, con quien compartía el estrellato en el equipo. Cubells era un “siete” pequeño, bullicioso y ratonero… Montes era un “nueve” a la inglesa, grande, aguerrido, de los que no volvía la cara jamás, así se la partieran de una “pilotà” o de un codazo. Se la rompieron por cierto muchas veces, pero nunca el defensa de turno se fue de rositas… “a mi no me les fan de vades”, solía decir incluso de viejo. La falsa rivalidad de aquellos dos genios se trasladó al graderío… La polémica creció, nació el mito de la guerra civil entre “montistas” y “cubellistas” y, lejos de perjudicar al club, aquello fue más bien lo que le hizo grande. Algirós se llenaba de gente expectante por tomar partido en la polémica, se quedó pequeño… Y entonces ya no hubo más remedio que cerrar aquel patatar de poca monta y llevarse el equipo a un lugar digno de aquel club que amenazaba con hacerse grande, muy grande. Montes hizo Mestalla, solo por él y por lo que arrastraba su rivalidad con Cubells se construyó aquel teatro de los sueños que ahora los especuladores se han empeñado en destruir para hacer edificios de oficinas.
La inauguración del nuevo estadio se llevó a cabo en 1923, de día, porque aún tardó décadas en llegar la iluminación eléctrica, con un partido ante el Levante –llamado entonces Gimnástico- que el Valencia ganó por 1 a 0… Adivinen quien logró el gol, adivinen ustedes, incrédulos del mundo entero, quien marcó el primer tanto en la historia del estadio que, irremediablemente, yo asociaré para siempre con el Valencia CF así le construyan en no sé qué Avenida el mejor campo de Europa. Y después ya la leyenda… Fue Arturo Montes, el Príncipe de Benicalap, quien le marcó los cinco goles al Zette de Francia en el primer partido internacional del Valencia en la historia. Fue él quien generó un altercado de orden público cuando se negó a jugar porque tres envidiosos le silbaban… fue él quien, obligado por una hinchada enfervorizada, hubo de salir de la cama con cuarenta de fiebre para jugar un partido decisivo, marcar dos goles y volverse al “llit”.
Las lesiones y el hartazgo le retiraron a los 29 años. Salió como saldrá Albelda… peleado con unos directivos mezquinos que le doraron la píldora durante años mientras les convino… Esto es muy de la gente que viene de la huerta: un poco insolentes, un poco chulos, muy poco dispuestos a hacer el papel de siervos que los mandarines les reclaman.
Recuerdo el día en que murió en 1981. La arterioesclerosis había reducido el tamaño de su cuerpo. Allí estaba postrado su cadaver en un camarín del tanatorio. Parecía muy pequeño entonces.
Pero fue muy grande.
Pero fue muy grande.
19 comments:
Preciosa historia: la de Arturo Montes, el Príncipe de Benicalap. Preciosa. Tienes la suerte de descender de un gigante. Con esos antecedentes, es normal que te guste el fútbol y le tengas respeto. Yo, que no procedo de familia deportiva, no suelo disfrutar con el espectáculo. Debí aprender qué es el fútbol en la tele: gracias a aquel Real Madrid de Gento que ganaba las copas de Europa en los sesenta.
El pésimo juego de la Selección Española, su fatalismo y su penosa concepción los padecí en silencio durante décadas..., desentendiéndome del espectáculo. Ojalá ése sea el pasado olvidable. Con tu historia, el pasado más digno y memorable, el de Arturo Montes, el del Príncipe de Benicalap, regresa como ilustración y ejemplo. Enhorabuena.
Fdo.: Justo Serna
Gracias Justo, te chincho un poco en tu blog para animar el cotarro, pero me alegra enormemente que los rumores sobre el cierre de tu blog sean falsos. Tus artículos son magníficos y siempre los recomiendo a mis allegados.Un abrazo.
Lo mismo digo, David: una historia preciosa la de tu abuelo.
Recuerdo hace unos años, cuando el centenario del F.C. Barcelona, que hicieron en TV3 una serie de programas sobre la historia del Barça, desde su fundación hasta hoy. A mi, que no soy del Barça, me encantaba el programa ("Aquest any cent!" se llamaba) y todos los viernes por la noche me ponía a ver esas historias del fútbol, historias como la de tu abuelo, muy lejos de lo que hoy entendemos por fútbol, lejos de contratos millonarios y fichajes estrella.
Me gustaba tanto el programa que, casi estudié periodismo por él (entre otras cosas). Quería ser periodista deportivo hacer algún día el programa del centenario del Valencia, de mi equipo.
Este año he pasado muchas veces (al menos dos por semana, cuando iba a mis clases de alemán) por delante del Bar Torino que tu citas, en la Calle Barcelonina, al lado de un quiosco y pegado a la plaza del Ayuntamiento. Siempre que voy con alguién, le hago pararse para leer la placa que luce en lo alto de la fachada: "Aquí se fundó el Valencia...".
Y bueno, lo de Mestalla me trae recuerdos, lo del actual Mestalla quiero decir. Durante estos seis años de carrera (por cierto ya he terminado) he paseado muchos días por los alrededores del campo y he visto cosas muy cómicas. Algunos días de partido de Champions, me iba con algún amigo a ver el ambiente. Me hacía "gracia" ver a los reventas (los típicos prejubilados listillos que se creen ases del "business") que se nos acercaban con un plano pequeño del campo en la mano y nos decían "tickets, tickets. You want tickets, the match, tonight". En fin, que me divertía mucho.
Hermoso comentario, Paco. El futbol da para historias que van mucho más allá de los tópicos que nos suelen relatar los periodistas al uso, que en estos días de las eurocopa te habrás dado cuenta que no paran de babear con lo campechano que es el Rey. Soy fanático de toda esa iconografía en blanco y negro de los antiguos "ases del futbol". Cualquier camiseta, escudo, balón, par de botas... todo eso que conocemos por fotografías y efemérides de los años fundacionales me parece infinitamente más interesante, más vivo que toda el merchandising actual tan presuntamente sofisticado. Una pequeña historia: Milego y compañía fundaron el Valencia como lo que entonces se llamaba una empresa filantrópica. Trataban de impulsar un espíritu escolar, una disciplina sana para jóvenes, sacarlos de la calle y de los balones de trapo, enfundarles un uniforme, hacerles sentir partícipes de algo más grande que cualquier individual, convertirlos en adultos y hombres de bien... Creo que es ese mismo espíritu el que impulsó los orígenes históricos del futbol en la vieja Inglaterra. David.
Creo que soy capaz de recordar la primera historia que me contaron del Montes futbolista, al menos era la que más impresión me causaba. Según mi padre tenía tal potencia de disparo que era capaz de agujerear las redes de la portería contraria. Para mí, que era muy pequeño cuando me lo contaban, aquello solo podía ser obra de un superhombre.
Al parecer los días en los que se enfadaba con la grada fueron relativamente frecuentes. Dicen que como genio un poco diletante que era el más mínimo comentario en contra le nublaba la inspiración negándose a jugar. Se situaba en el centro del campo y soportaba con algo de un masoquismo, del que sospecho algo tiene mi familia, los improperios del respetable. Cuando el griterío y el enfado de la gente eran casi un clamor volvía a pedir la pelota y encaraba la puerta contraria con más energía que nunca y ante la emoción incontenible del graderío. Supongo que fueron estas salidas de tono, estos arranques de genio un poco anárquico lo que despertaba tanta pasión en su época.
Precisamente no llegó a ser internacional con España porque no fue fiel a su estilo. Ricardo Zamora, entonces seleccionador, tenía pensado colocar como delantero centro a un jugador del Athletic de Bilbao y a Montes lo recolocó en el partido de entrenamiento como interior. Montes quiso demostrar que no era el jugador hosco y brutal que el propio Zamora había sufrido en sus carnes pero se pasó de estilista y apenas destacó. Cuando se enteró que iba a ser suplente mandó a paseo a Zamora y se volvió a casa, según él le estaban esperando para jugar otro partido en el que sí sería titular.
Déjame acabar con el asunto Albelda. Es verdad, han querido que salga por la puerta de atrás y he visto con rabia como el valencianismo dejaba de lado a quién lo entregó todo por su equipo. Lo que me extraña menos es el resentimiento que sigue anidando entre los periodistas de Madrid contra quién representa un modo de jugar al fútbol que valora el esfuerzo y la entrega total. Es vergonzoso que ahora se diga que ha sido una suerte que Albelda fuera represaliado en el Valencia porque eso permitió que jugara Senna y que cambiara el estilo del equipo. Ni en la victoria se reconocerá a quién lideró un Valencia que desafió y humilló a los grandes.
Da alegría que recuerdes públicamente a tu abuelo.
Puede que pareciera pequeño a quienes le enviaron una corona “no te olvida” en un taxi vacío, pero cuando más grande lo sentí fue en una entrevista radiofónica que conservo grabada. Un periodista joven le preguntó si era cierto que rompía las redes con su potente disparo de ambas piernas, se sonrió “Uey, aixo sols era una llegenda, va ser una sola vegada pero pense que la xarxa estaba podrida”.
Era hijo de los duros llauradors del antiguo Benicalap, de Les barraques. Su fuerza y larga zancada le permitía, cuando estaba satisfecho del público, coger el balón en medio campo, esquivar a cuantos defensores se le interponían y meterse en la portería con el balón y el portero; entonces las cargas con el pecho al portero eran legales.
Yo lo vi jugar una sola vez, en un partido de viejas glorias en su Mestalla. Le aplaudieron alguna jugada y en la siguiente recogió el balón en el círculo central, levantó la vista y corrió hacia la portería, los espectadores de su tiempo se levantaron en vilo mientras corría entre jugadores contrarios con el balón pegado a los pies; llegando al área grande se le enredaron las piernas, cayó de bruces con sus cien kilos y la pelota siguió suavemente hasta el portero calvo que esperaba que Montes lo hubiera empujado hasta la red junto al balón.
Es cierto, desapareció del Valencia CF tan sigilosamente como Albelda (es cosa de nuestra raza), seguramente “demanà una millora de contracte” que no les gustó y dejaron de alinearlo. Los aficionados protestaron un poco, pero unos sueltos en los periódicos informaron alguna vaga lesión. Al año siguiente, con 29 años se fue en silencio.
Una vez me pasó algo curioso en el Corte Inglés, el dependiente que me estaba atendiendo montó en cólera cuando se dio cuenta de que su compañera le había tomado prestado el papel de celo y le montó una de aupa. No sé si este es el perfil que describes, pero desde luego a mí el tío me pareció un auténtico psicópata, ¡qué miedo! ¿y le hubiera tomado prestada la pluma estilográfica?
Un Beso David. Fdo: Silvita
1:19 PM
Sospecho Silvia que te refieres a la anterior entrada. Bueno, la persona que describes me parece que más bien padece un exceso de irritabilidad, el psicópata actúa de manera más intrincada. Gracias por escribir.
si,bueno...me parece a mi que te has pasado un poco con la historia...que no es pelé coño...jajaj
y por cierto,bromas a parte,cubells fue mucho mejor futbolista por mucho que los intentes comparar,pero bueno,hay que tenerle cierto respeto..saludos.
Jose zaragoza, no estoy de acuerdo contigo. Vale que no sea pelé pero fue un grande de nuestro futbol. Cubells pudo ser mejor o peor, pero ahi estaba montes tambien, que no es nada, jugar en el valencia cf.!!!
un saludo
Vaya con Pepito, se ha estado repasando todas las enciclopedias en las que se habla de las virtudes de esos dos astros de los años veinte. Supongo que habrá valorado convenientemente para decidir que Cubells era mejor, o tal vez estaba allí tirando fotos.
Querido amigo, luego te quejas de que te llamen tonto.
Gracias Pasqualee, pero no solo jugó en el Valencia, por la plantilla profesional del club han pasado cientos de jugadores. Lo peculiar de Montes es que es la primera gran leyenda del equipo, una figura excepcional de los años veinte sin la cual, aquel valencia fundacional no habría sido mucho más que un equipo de barrio como el Parreta o el Rumbo. Montes, repito, hizo Mestalla, Algirós se quedó pequeño por su rivalidad con Cubells. Ya se forjaban héroes en los años veinte.David.
aver Tobias,en primer lugar a mi me llamas por tu nombre porque puestos a poner yo te pued llamar tonto el culo...asi que las cosas como son...
por otro lado,no,yo no estaba alli tirando fotos,pero tu alomejor si,porque con tu forma de hablar tienes toda la pinta de eso...de ser un carca...
y bueno nada,no e dado muchos motivos para que me llamen tonto,asi que eso no se de donde te lo habras sacado tu...
bueno,señor tonto del culo,saludos.
Querido José, no tengo la impresión de que hayas sido insultado en este blog, no al menos de la manera tan explícita que tú lo haces. Opina y razona, pero por favor, sin insultar. David.
Aver Don José, no me parece conveniente llamarte por "mi" nombre, las cosas como son.
Pues tienes razón, seguro que soy mucho más mayor que tú, aunque hablar bien no cuesta dinero ni es cuestión de edad. A mi lo que me demuestra tu forma de hablar es que te falta un hervor.
Mira chaval, antes de decir paridas date una vueltecita por las varias historias del Valencia publicadas en los últimos tiempos, repasa el “Diccionario del Valencia CF” de Joaquín Borrell o consulta en la Asociación de Veteranos del VCF quién era Montes. En realidad lo que me sorprende de ti es el desparpajo para emitir opiniones sin ninguna base y con una especie de orgullo irresponsable que las hacen aún más irritantes. Cada palabra que escribes es un motivo para que te llamen tonto pero es que creo que encima estás orgulloso de ello.
Un saludo. Por cierto, Montes era mi abuelo.
Excelente.
bar Torino
Estimat David,
sóm els editors d'un blog que preten retre homenatge al Camp de Mestalla en estes les seues últimes vesprades. La idea va sorgir davant la pasivitat del Club, l'estiu passat, quan, tot i que encara s'afirmava que ésta seria la darrera temporada, no es programava cap acte conmemoratiu ni d'homenatge a la nostra casa ni als que l'ha fet gran. El blog es diu, precisament, ultimesvespradesaMestalla.blogspot.com
El blog està obert a la participació de qualsevol persona que vullga compartir les seues vivències al voltant del Camp de Mestalla, de manera que trobem relats malencòlics, articles on es tracten aspectes poc coneguts de la història de Mestalla i també la participació d'aficionats d'altres equips en la secció "Banqueta visitant".
Trobar el teu article sobre el teu iaio ha segut una sorpresa colpidora. Si tens l'amabilitat de visitar el nostre blog voràs que hem dedicat monogràfics a figures com la de Cubells o Peris. Seria per a nosaltres un gran honor si et decidires a escriure un post o una sèrie d'articles al voltant de la figura de Arturo Montesinos. Confiem en que la idea et resulte atractiva, i que, en el pitor dels casos, pugam publicar, al menys, este preciós article.
La nostra direcció d'email és: ultimesvespradesaMestalla@gmail.com
Esperem les teues notícies.
Atentament,
últimes vesprades a Mestalla
Una figura enorme que tendrá que seguir siendo recordada para establecer en su verdadera dimensión la grandeza de jugar al fútbol y hacerlo tan bien en aquellos años pioneros.
Magnífico el artículo
Fran
Muchas gracias, Fran, ya hace mucho del artículo, nada menos que cuando el "koemanazo", pero me alegra mucho que hayas querido leerlo, me emociona que haya personas que valoren el nombre de mi abuelo.
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