En el Salvados de La Sexta del domingo seis de noviembre, Jordi Évole viajaba a Toronto para entrevistar a Naomi Klein, autora de algunos de los textos más influyentes para el movimiento alterglobalización. He leído estos textos con detenimiento -son miles de páginas de trabajos periodísticos exhaustivos y a menudo desoladores sobre la evolución del capitalismo globalizado- y he seguido los movimientos de la autora con sumo interés en los últimos años. Durante los días posteriores busqué noticia de la entrevista en distintos medios. No tengo problemas para leer a quienes me son ideológicamente lejanos, aunque muy raramente he leído intervenciones interesantes desde las posiciones neoliberales -doctrina que la canadiense fustiga de manera inmisericorde a lo largo de sus escritos-, de lo cual deduzco que no se han molestado en leerla.
Encontré una crónica en uno de los blogs adscritos al diario La Razón, concretamente el llamado El rincón del politólogo, compartido por tres autores. Uno de ellos, David Muñoz Lagarejos, firma el artículo La propaganda de Naomi Klein. Me pareció tan desafortunado este escrito, tan mal documentado y tan sesgado en sus planteamientos que no me resistí a la tentación de la réplica.

Y pasó algo realmente extraño. Mi escrito apareció instantáneamente, de manera que volví a entrar en el blog al día siguiente convencido de que Muñoz Lagarejos, al que yo me dirigía respetuosamente, me contestaría de forma cumplida. Cuál fue mi sorpresa cuando advertí que mi comentario había sido borrado. Desconozco si fue un error, pero de haberlo sido, entiendo que el autor, experto en materia bloguera, habría debido hacerlo constar de alguna forma, disculpándose e invitándome a recuperar mi intervención. Me creo con derecho a presumir que fue Muñoz Lagarejos quien lo borró intencionadamente, de manera que he optado por publicarlo en mi blog, a la espera que algún crítico de Klein con más valor que Muñoz Lagarejos se anime a la refutación, pues nada me parece más sano que una respetuosa controversia. Ahí va el enlace del blog aludido. El rincón del politólogo
Bien, aquí viene mi comentario eliminado.
"El gasto social en España se ha incrementado por la crisis
(prestaciones por desempleo) y por el envejecimiento de la población
(pensiones) y ha mermado en otras partidas relativas a infraestructuras y a
otros gastos sociales, por ejemplo las becas. En ese punto conviene que nos
preguntemos si la Recesión la crearon las ideas que defiende Klein o las
doctrinas neoliberales que con tanto entusiasmo apoya por ejemplo su periódico.
En cualquier caso, no hay en los gobiernos conservadores un “interés social”, de
hecho, su tendencia es a recortar ese tipo de gastos, como ya se ha visto en el
primer cuatrienio Rajoy.
Pero no nos vayamos de tema… Naomi Klein no habla de
España, país donde el gasto social sigue siendo inferior al de muchos países de
la OCDE. En Canadá (nacionalidad de la autora), UK o Alemania, ha descendido en
los últimos años el gasto social en relación al PIB.
Naomi Klein no atribuye a la Escuela de Chicago la invasión
a Irak, decir tal cosa es caer en una simplificación abusiva. Lo que sí dice es
que grandes corporaciones norteamericanas dirigidas por personas muy cercanas
al gabinete Bush encontraron en aquella guerra una oportunidad fantástica para
los negocios, por ejemplo en relación al petróleo o para, supuestamente,
reconstruir el país. Eso y no otra cosa es lo que explica Klein.
Usted cuestiona la jibarización de los viejos Estados. Su
afirmación de que son más grandes que nunca es falsa si no se elabora
adecuadamente. Lo que denuncia Klein es la impotencia política, es decir, la
pérdida de peso de las instituciones de representación ciudadana respecto de
los grandes centros de decisión, los cuales se han trasladado a los colosales
núcleos financieros en la era de la globalización. Entendida esta,
desdichadamente, como un proceso económico, la capacidad de los agentes
democráticos para decidir algo respecto a lo que les afecta se ha desplazado a
otros lugares.

Dice usted que Friedman pidió a Pinochet “libertades para el
pueblo chileno” ¡A Pinochet! Lo debió hacer con la boca pequeña. La Escuela de
Chicago creó toda una sucursal para la formación en la doctrina neoliberal y el
dictador aplicó sus recetas sin que le estorbaran agentes sociales como los
sindicatos o la oposición política. Miel sobre hojuelas para la aplicación del
programa friedmanita, el cual fue un desastre.
Citando fuentes y sin explicarlo acepta usted la ecuación
entre países con libre mercado y países democráticos. Usted no ha leído a
Klein: su obra desarrolla durante miles de páginas y un equipo de investigación
muy documentado la teoría de que esa ecuación se está desmoronando actualmente.
Aparte de la obviedad de que donde aumentan la desigualdad y la pobreza, la
libertad se convierte en simulacro, es palpable que el capitalismo globalizado
encuentra en nuestro tiempo escenarios muy cómodos en naciones como China,
Rusia y otras muchas donde los derechos humanos y las libertades civiles son
permanentemente vulneradas.
Y no, las dictaduras comunistas no son el modelo de Klein
por la sencilla razón de que jamás se declaró comunista. Debería en este
sentido preguntarse por qué algunos defensores del comunismo autoritario
detestan a Klein tanto como usted."